Ha llegado David Ferrer Valeiras (Ourense, 1954) a la gerencia de la estación de montaña de Manzaneda (Meisa) tras la inesperada destitución de quien hasta hace una semana era máximo responsable de la gestión desde el puesto de presidente, Luis Manuel Gurriarán, que ha dejado el cargo con quejas al modo en que se prescinde de sus servicios.
-Estoy aterrizando. Hasta ahora poco más he podido hacer que conocer al personal, reunirme con los trabajadores y ordenar mi mesa, porque aún había cosas del anterior gerente.
-¿Ha tenido ocasión de hablar con Luis Manuel Gurriarán?
-No lo conozco personalmente y tampoco hemos hablado por teléfono.
-Ha sido un relevo extraño, en agosto y de improviso...
-Sobre el relevo, nada que decir. Lo que sí digo es que se me había ofrecido esta responsabilidad en otro momento. Estaba en el proceso de cierre de la empresa en la que mi familia y yo somos los principales perdedores, negociando entonces con los empleados. Pedí tiempo. No era el momento oportuno.
-¿Cuándo fue eso?
-En octubre pasado. El procedimiento concursal lo había presentado en agosto. Entonces solicité tiempo, igual que hice meses después, con los problemas ya resueltos, pues entendí, al igual que la persona que me ofreció el puesto, que no se debería cambiar la gestión a mitad de temporada. No era oportuno ni digno, ni para mi, ni para el anterior responsable.
-Terminó la temporada, el consejo felicitó al anterior presidente y a punto de empezar sus vacaciones, lo llaman para anunciarle que sería destituido. Aparece entonces usted como nuevo gerente.
-Este es un puesto de libre designación. Igual que te nombran te pueden destituir.
-Vamos, que tiene claro que es temporal, algo político...
-Clarísimo. De todos modos, da igual que sea un puesto político o no, es un acuerdo de un consejo de administración. Soy un mero gerente. El consejo es muy libre para tomar sus decisiones. Mañana mismo pueden anunciarme el cese: estaré aquí tres meses, pues en el contrato existe una cláusula de preaviso de ese tiempo, para evitar indemnizaciones; me iré tranquilo, e intentaré facilitar las cosas a quien me suceda.
-Xunta y Caixanova tienen mayoría en la sociedad, pero la caja delegó en los consejeros del gobierno gallego, con lo cual al gerente se le concede el máximo respaldo.
-Que la mayoría haya estado a favor resulta indicativo. Se abstuvo el anterior presidente, lo cual me parece correcto, y el alcalde de Manzaneda. No me conoce y espero que en dos o tres meses cambie de opinión.
-Siendo alcalde del BNG y habiendo sido designado Luis Manuel Gurriarán por el sector nacionalista del bipartito, es coherente, ¿no?
- Supongo que si. Yo soy militante del PP. Posiblemente esté aquí, entre otras cosas, por esa militancia, pero también porque se me considera una persona vinculada al mundo del deporte y la gestión deportiva, como porque tengo ciertos conocimientos del mundo de la hostelería. Todo habrá influido.
-En cualquier caso, suena extraño que se destituya a alguien cuando la empresa que gestiona funciona bien...
-Posiblemente. De todas formas, me da la sensación de que el anterior presidente ha disfrutado de un año a mayores de lo previsto, precisamente por el retraso en mi incorporación.
-¿Hubiera sido más comprensible que se prescindiera de él con el cambio de gobierno?
-Posiblemente.
-Llega a una empresa con capital público después de haber cerrado una propia con décadas de historia.
-Es muy doloroso, pero no era posible mantenerla.
-¿Aún le tienta la política?
-Ahora mismo estoy casado con Manzaneda. Al 100%.
-¿Cómo ve la temporada? ¿Le ha dado tiempo de madurar algún proyecto?
-Estamos en ello. Posiblemente haya una nueva pista, con lo cual se aumentarán los kilómetros de pista esquiable. Estoy preparando un informe para enviar a las distintas federaciones deportivas, para ofrecer nuestros servicios y que Manzaneda sea un espacio con el que se cuente para estancias de grupos y equipos. También queremos que sea un espacio multidisciplinar para la familia. Hay posibilidades.
-Cuenta, además, con el pleno respaldo de la Xunta.
-Espero tener, por lo menos, el mismo apoyo que el anterior presidente. Queremos que se conozca la estación y sus posibilidades. Los gallegos conocen Manzaneda como un sitio donde se puede esquiar y, a veces, hay nieve. Hemos de ir un poco más allá y convertirla en espacio de ocio y naturaleza. La nieve aporta actualmente más del 70% del volumen económico. Hay que reducirlo.
-¿Qué impresión tiene de sus primeros días de trabajo?
-Que el personal está muy implicado, pero es necesario lograr más conexión entre las partes hostelera y deportiva. Y que las instalaciones hosteleras han quedado algo obsoletas.
Fuente: La Voz de Galicia
