Esta semana, cuando al mercurio del termómetro se le hace cuesta arriba ponerse por encima de los cero grados en este municipio, la calefacción decidió detenerse una vez más. Esta situación se repite desde hace más de un año, según apuntó un usuario. Manuel Fragueiro Piñeiro no es el único que cree que el Concello que dirige Luis Álvarez González debe buscar una solución. Los socios de la UDP comenzaron a abandonar la asociación, que forman 180. Algunos recalaron en la creada el vecino municipio de Chandrexa de Queixa, optando por quedarse en casa otros.
Manuel Fragueiro transmitió su preocupación al alcalde y a la Xunta. Sin embargo, todo sigue igual. Cuando la agonizante calefacción se para, el presidente de la asociación trivesa, Antonio Garrido López, avisa a un técnico para que la vuelva a poner en marcha, aunque ni con lo que un sector de los socios considera una 'chapuza' consigue elevar la temperatura dentro del local. No ayudan, es cierto, las grandes cristaleras y los marcos de metal oxidado que pretenden aislar las instalaciones de la calle, pero el caso es que a los pocos días, todo retorna a la situación inicial, con los radiadores apagados y los jubilados enfadados.
La falta de calefacción no es el único problema que caldea el ambiente del local social, sus usuarios también se quejan de la retirada del teléfono, dado de baja para abaratar costes. Los socios critican al Concello y preguntan por el destino de los 25 euros de cuota anual.
El presidente de la UDP, Antonio Garrido López, atribuyó la falta de calefacción a 'unha avería' que se solucionará con 'un pequeno arranxo. Non pasa nada'. Afín al alcalde trivés, no descuidó respaldar su gestión.' O Concello non pode facer máis', dijo.
Fuente: La Region
Manuel Fragueiro transmitió su preocupación al alcalde y a la Xunta. Sin embargo, todo sigue igual. Cuando la agonizante calefacción se para, el presidente de la asociación trivesa, Antonio Garrido López, avisa a un técnico para que la vuelva a poner en marcha, aunque ni con lo que un sector de los socios considera una 'chapuza' consigue elevar la temperatura dentro del local. No ayudan, es cierto, las grandes cristaleras y los marcos de metal oxidado que pretenden aislar las instalaciones de la calle, pero el caso es que a los pocos días, todo retorna a la situación inicial, con los radiadores apagados y los jubilados enfadados.
La falta de calefacción no es el único problema que caldea el ambiente del local social, sus usuarios también se quejan de la retirada del teléfono, dado de baja para abaratar costes. Los socios critican al Concello y preguntan por el destino de los 25 euros de cuota anual.
El presidente de la UDP, Antonio Garrido López, atribuyó la falta de calefacción a 'unha avería' que se solucionará con 'un pequeno arranxo. Non pasa nada'. Afín al alcalde trivés, no descuidó respaldar su gestión.' O Concello non pode facer máis', dijo.
Fuente: La Region
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