La enfermedad del chancro del castaño tiene cura. La vacuna elaborada con cepas hipovirulentas (de reducida intensidad) en la Estación Fitopatolóxica do Areeiro, perteneciente a la Diputación de Pontevedra, comenzó a dar resultados positivos. Las primeras muestras de estos buenos resultados fueron obtenidas en los sotos del Bierzo, donde los investigadores trabajan desde hace aproximadamente seis años. En Valdeorras, Trives y Viana, la experiencia comenzó mucho más tarde, hace apenas un par de años, aunque los primeros resultados parecen ser también satisfactorios.
El director de la Estación Fitopatolóxica, Pedro Mansilla, confirmó los buenos resultados de las cepas hipovirulentas. El laboratorio las obtiene del hongo que causa la enfermedad. Le infectan un virus para debilitar el chancro y lo vuelven menos agresivo. 'Vino mucha gente a decir que es maravilloso', dijo. Su aplicación es sencilla, pues basta con aplicar una pasta a varias heridas abiertas previamente en el castaño.
La dificultad reside en conseguir la cepa hipovirulenta o 'vacuna' adecuada para cada zona, pues es distinta de un lugar a otro. 'Las que preparamos para el Bierzo no sirven para Ourense. Hay 72 cepas distintas en el mundo. En cada lugar, zona o área el chancro es distinto', explicó Pedro Mansilla. En esta variedad reside la dificultad de fabricar el producto en grandes cantidades. 'A una empresa no le resulta rendible', matizó el director de la Estación Fitopatolóxica. La falta de interés empresarial deja en manos de la Administración autonómica la financiación del tratamiento. Hasta ahora, un convenio firmado por la Diputación pontevedresa con la Consellería do Medio Rural e do Mar facilitó la subvención necesaria. Ambas partes lo renuevan todos los años y la Xunta inició la tramitación de una nueva prórroga.
Los comercializadores de castañas desconocen los resultados de las experiencias realizadas en Valdeorras. 'En Ponferrada ya lo aplicaron, pero aquí no sé si hay muchos sitios donde lo dieron', dijo Juan Fernández, gerente de Castañas Rafael.
Este distribuidor resaltó la importancia de la vacuna. 'El chancro y la tinta afectan a más de la mitad de los castaños de Valdeorras y el Bierzo', dijo.
La dificultad reside en conseguir la cepa hipovirulenta o 'vacuna' adecuada para cada zona, pues es distinta de un lugar a otro. 'Las que preparamos para el Bierzo no sirven para Ourense. Hay 72 cepas distintas en el mundo. En cada lugar, zona o área el chancro es distinto', explicó Pedro Mansilla. En esta variedad reside la dificultad de fabricar el producto en grandes cantidades. 'A una empresa no le resulta rendible', matizó el director de la Estación Fitopatolóxica. La falta de interés empresarial deja en manos de la Administración autonómica la financiación del tratamiento. Hasta ahora, un convenio firmado por la Diputación pontevedresa con la Consellería do Medio Rural e do Mar facilitó la subvención necesaria. Ambas partes lo renuevan todos los años y la Xunta inició la tramitación de una nueva prórroga.
Los comercializadores de castañas desconocen los resultados de las experiencias realizadas en Valdeorras. 'En Ponferrada ya lo aplicaron, pero aquí no sé si hay muchos sitios donde lo dieron', dijo Juan Fernández, gerente de Castañas Rafael.
Este distribuidor resaltó la importancia de la vacuna. 'El chancro y la tinta afectan a más de la mitad de los castaños de Valdeorras y el Bierzo', dijo.
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