Vencido ya el primer trimestre del año, tres de los ayuntamientos más importantes por volumen de población del oriente ourensano -O Barco, A Rúa y Trives- todavía estén pendientes de aprobar las cuentas. Y no será este mes tampoco. Para mayo, es la fecha a la que aluden los alcaldes como probable.
Ninguno con las cuentas aprobadas, pero cada uno con sus propias razones, alegando también que hechas están (o casi). El regidor rués, Avelino García Ferradal, sí las tenía rematadas, hasta el punto de que las llevó al pleno el mes pasado. Las llevó, pero no las debatió. Desde la oposición le recordaron que no gobierna en mayoría (a pesar de que tenga como concejal de Urbanismo al edil del RUA Fernando Rodríguez) así que finalmente el debate fue retirado de la orden del día al estar asegurado el voto en contra. La cancelación del campus de baloncesto y del concierto estrella de las fiestas de verano pesaban demasiado en criterio de Vicente Solarat, líder del RUA.
Un mes después, ambos grupos siguen negociando (García defiende que si no lo hace también con BNG y PSOE es porque no le han presentado ninguna propuesta), aunque el acuerdo está cada vez más cerca, según reconoce el regidor. El grupo de gobierno rectifica en su idea de anular el campus, y consigue mantener un programa de fiestas más austero, pero con la actuación de un grupo de Almendralejo (el Concello hermanado con A Rúa durante el mandato de Solarat y con el que este mantiene fuertes vínculos), que con sus versiones de The Beatles abrirá el programa el 2 de agosto. El presupuesto está ahora en la fase de buscar de dónde sacar los 5.000 euros precisos para el campus de baloncesto, «aínda que temos unha parcela que se vai vender, e probablemente saían de aí, estamos mirando», explica el regidor.
En O Barco el documento está ahora a la espera de los informes de secretaría e intervención. El alcalde, Alfredo García, dice que ya está todo decidido, pero falta el trámite administrativo para el que todavía no hay fecha de conclusión, aunque García apunta a que podrían ser debatidos en el pleno de mayo. De momento sólo los conoce el grupo de gobierno, habida cuneta de que la mayoría que sustenta la alcaldía supone no tener que consensuarlos con la oposición, desde cuyas filas el portavoz del PP, Moisés Blanco, critica el retraso. Algo que, por otro lado, «es habitual», como Blanco le recordó en el pleno del pasado jueves al regidor.
A punto de llegar a la mesa de la secretaria-interventora para su informe previo están las cuentas en Trives. El grupo de gobierno las ha modificado en varias ocasiones «porque foron saíndo subvencións -la última, del Inega hace apenas un par de semanas- ás que queremos optar, e temos que ter partida habilitada para evitar reparos suspensivos», argumenta el alcalde, Francisco Fernández. Después, todavía tendrán que pasar el trámite del pleno. Como en A Rúa, Fernández deberá jugar con las bazas de la oposición para conseguir aprobar las cuentas, ya que los independientes gobiernan en minoría. De salir adelante, serían las primeras aprobadas desde las pasadas elecciones. De momento, en el día a día el Concello sigue trabajando con unas cuentas prorrogadas. Desde hace años.
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