La intervención del Grupo Rural de Seguridad de la Guardia Civil de Pontevedra permitió llevar ante el forense a dos triveses, madre e hijo, que se habían atrincherado en su domicilio. Los agentes tuvieron que echar abajo la puerta de la casa para desalojar a Inés Rey Martín y Jesús Rodríguez Rey, de 76 y 51 años, respectivamente. Tras ser examinados en el Juzgado trivés, fueron trasladados a un centro psiquiátrico de Ourense.
La juez ordenó el análisis forense después de que los vecinos de esta familia se quejasen de sus amenazas. La decisión judicial no fue suficiente para que madre e hijo acompañasen a la Guardia Civil, cuando fue a buscarlos en la mañana de ayer. Ambos se atrincheraron en casa, negándose a ir al Juzgado, manteniendo una actitud similar a la que en 2003 también obligó a intervenir a los agentes. En aquella ocasión, uno de ellos fue herido con un machete en una pierna, por lo que fue solicitada la presencia del Grupo Rural de Seguridad. Acudió acompañado por los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa y de los puestos de Trives y Caldelas.
Mientras algunos agentes provistos de fusiles con bocachas para balas de goma vigilaban desde el exterior de la casa, otros derribaron la puerta para reducir a los parapetados. La primera en salir fue la madre, quien se subía a un coche de la Guardia Civil tras forcejear con los dos agentes que la acompañaron. Pocos minutos después, el hijo montaba en el mismo vehículo, rodeado de guardias.
Antes que ellos salió un agente del GRS, que sufrió un corte en un brazo provocado con un cuchillo durante el forcejeo que mantuvo con el hijo, según apuntaron fuentes consultadas por este diario. En el Centro de Saúde le practicaron un par de puntos de sutura. En la intervención fueron incautados a los detenidos un martillo, un machete y un puñal.
Fuente: La Region
La juez ordenó el análisis forense después de que los vecinos de esta familia se quejasen de sus amenazas. La decisión judicial no fue suficiente para que madre e hijo acompañasen a la Guardia Civil, cuando fue a buscarlos en la mañana de ayer. Ambos se atrincheraron en casa, negándose a ir al Juzgado, manteniendo una actitud similar a la que en 2003 también obligó a intervenir a los agentes. En aquella ocasión, uno de ellos fue herido con un machete en una pierna, por lo que fue solicitada la presencia del Grupo Rural de Seguridad. Acudió acompañado por los agentes de la Policía Judicial de la Guardia Civil ruesa y de los puestos de Trives y Caldelas.
Mientras algunos agentes provistos de fusiles con bocachas para balas de goma vigilaban desde el exterior de la casa, otros derribaron la puerta para reducir a los parapetados. La primera en salir fue la madre, quien se subía a un coche de la Guardia Civil tras forcejear con los dos agentes que la acompañaron. Pocos minutos después, el hijo montaba en el mismo vehículo, rodeado de guardias.
Antes que ellos salió un agente del GRS, que sufrió un corte en un brazo provocado con un cuchillo durante el forcejeo que mantuvo con el hijo, según apuntaron fuentes consultadas por este diario. En el Centro de Saúde le practicaron un par de puntos de sutura. En la intervención fueron incautados a los detenidos un martillo, un machete y un puñal.
Fuente: La Region
El Grupo Rural de Seguridad de la Guardia civil de Pontevedra (antidisturbios),Policía Judicial de la Guardia Civil de La Rua, Guardia Civil de Trives y Guardia civil de Caldelas y todo esto para reducir a una ancianita de 76 años y a un madurete de 51 años. Menos mal que no se defendian con una ecopeta de balines, porque en ese caso necesitariamos la Brigada Acorazada, La Armada en pleno, incluido el acorazado Principe de Asturias, Los GEOS y hasta ayuda a los Mozos de Escuadra de Cataluña y sin olvidar a Los Marines americanos.
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