Las más de 450 personas que comieron bajo la carpa instalada en la zona de A Barreira avalan lo acertado de la decisión del gobierno de Trives de desvincular la Festa da Bica del campeonato de bandas de gaitas (que se celebra hoy en la estación de montaña de Cabeza de Manzaneda) y de trasladarla al casco urbano. «Vendo o ambiente que hai no pobo, está claro que foi un acerto», aseguraba el alcalde, Francisco Fernández, cuando buscaba un hueco en el que sentarse a comer después de haber estado sirviendo platos.
El boca a boca del último momento hizo que se superasen ampliamente los 350 comensales esperados. Y fue porque muchos esperaron a ayer mismo para comprar su entrada, lo que hizo necesario colocar más sillas de las previstas y aumentar el número de raciones. Aunque, como siempre que en Galicia se habla de comer, había reservas para esos y para más. Así que el que se quedó con hambre fue porque quiso, porque se pudo repetir. Y de todo: empanada, carne ao caldeiro y paella. De postre, no podía ser otro dulce: la bica.
Ya no hay duda de que la próxima cita, la edición número cuarenta de la Festa da Bica, será de nuevo en Trives. Y no será igual, «será mellor», avanzaba Fernández. En los planes de la organización está la realización de actividades durante todo el día. «Queremos facer un obradoiro de bica artesanal, e tamén facer un doce xigante, pero para iso é preciso que se impliquen os panadeiros», resumía.
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