Por los votos que su partido cosechó en las
últimas municipales, o por su propia situación en una lista, muchos
ediles ourensanos están llamados a pasar desapercibidos en la política
municipal, siendo parte de un gobierno que, sobre todo en los concellos
más pequeños, suele estar personalizada en la figura del alcalde. Sin
embargo, hay nombres que se convierten en protagonistas, eclipsando y
copando más titulares (y teniendo más poder de maniobra) que los propios
regidores.
Los que en una legislatura planteada como una
partida de ajedrez se presumían como peones, se convierten de repente en
esa pieza fundamental que pone en serios apuros al rey. Sus movimientos
hacen peligrar la partida, provocando que el jaque se presuma mucho más
cercano que el final marcado por las próximas elecciones. La
posibilidad de que la provincia de Ourense repita la retahíla de
mociones de censura vividas en el período 2007-2011 cobra cada vez más
fuerza en algunos ayuntamientos. Es un tema del que se habla
abiertamente ya en A Pobra de Trives, Celanova y A Mezquita.
Los números lo hacen posible, y también los
cambios de posicionamiento mostrados, en cada caso, por ese edil que
hace que la balanza se decante hacia el lado de la oposición cuando
antes, precisamente ese mismo concejal, supuso la mayoría que dio el
gobierno a su partido.
En Trives no se firmó pacto. Estaba demasiado
reciente la experiencia fallida de cuatro años atrás, que remató cuando
los dos ediles socialistas apoyaron la moción de censura presentada por
el PP. Ahora no hay ruptura, pero sí un acercamiento del socialista
Manuel José Vicente de Inés a los populares de Isauro Pérez. La pinza
que ambos grupos hacen al gobierno local es una evidencia pleno tras
pleno, simulando lo que ocurre en Vilamartín de Valdeorras.
De momento se cumple lo dicho hace unos meses por
el presidente del PP en Ourense. José Manuel Baltar aseguró que el PP
no presentaría moción de censura alguna «porque crean un ambiente raro».
Cierto es que nada dijo de hacer pinza política para evitar que los que
gobiernan lo hagam. Y en eso están en ambos ayuntamientos, al igual que
en A Mezquita, donde es un edil del PSOE, José Antonio Pérez, el que
suma fuerzas a los independientes de Francisco Montesinos. ¿Moción a la
vista? «Non hai nada falado, nin sequera hai conversas
de ningún tipo co concelleiro do PSOE, o que sabemos é que cando vai aos
plenos, vota as nosas propostas», dice Montesinos. Eso sí, dice que «para facelo mellor do que o fai o alcalde, tampouco sería difícil».
El último concello en unirse a la inestabilidad
política es Celanova. El paso de Monse Álvarez, del PP, al grupo de no
adscritos abre la puerta a la pinza. Y también a la moción.
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