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viernes, 21 de junio de 2013

El chiflo del afilador resonó en el Obradoiro

El chiflo de los últimos afiladores de Ourense resonó ayer en la Praza do Obradoiro de Compostela, donde varias ruedas volvieron a girar para recibir a tres peculiares peregrinos de la provincia italiana de Udine que hicieron el Camino de Santiago desde Burgos en sus bicicletas de afilar.
Florencio de Arborio, de la asociación cultural Ben Cho Shey con sede en Trives, organizó la visita "sorpresa" que improvisó una suerte de "hermanamiento humano", como lo bautizó Florencio, entre Ourense y la localidad de Stolvizza, en el Val de Resia, donde se ubica el Museo d'Arrotino, el único centro expositivo etnográfico de los afiladores italianos. Esta región del norte del país transalpino tiene cierta similitud con las comarcas de la montaña ourensana y es también lugar de referencia para los últimos representantes de este oficio errante y uno de los lugares favoritos de Florencio, que ha preparado para estos peregrinos una visita a Ourense, la auténtica Terra da Chispa, donde los afiladores hablaban en barallete.
La asociación Ben Cho Shey, cuyo objetivo es conservar y difundir la memoria histórica de este oficio, mantiene contacto directo con Stolvizza. Precisamente, la visita de los peregrinos italianos se acompaña de la cesión de una de las bicicletas de afilar a la colección de ruedas de Florencio de Arborio. Según explica este, "es un intercambio porque nosotros le mandamos antes fotografías y una rueda, querían devolvernos el regalo y decidieron traerla peregrinando". Florencio y otros tres afiladores contaron con la colaboración del artista Pepe Penabade, en su faceta del afilador Rodesino da Barrosa, para recibirlos en el Obradoiro a golpe del silbido que siempre les acompaña.

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