La organización de la Vuelta pretende mantener 'el interés y la competitividad' hasta el último día, como en 2010 con la etapa de La Bola del Mundo, de ahí que haya apostado por un recorrido montañoso, 'para escaladores', como coincidieron Carlos Sastre, Samuel Sánchez y 'Purito Rodríguez', y etapas con finales trampa que garantizan lucha entre los favoritos.
Tras disfrutar de la primera jornada de descanso, el pelotón entrará en Galicia en busca de sensaciones fuertes. Cabeza de Manzaneda, será el plato fuerte en la undécima etapa, un final inédito que presenta un largo ascenso de 30 kilómetros, apto para conseguir diferencias. Más suave será la siguiente entre Ponteareas y Pontevedra, con improbable esprint por el terreno ondulado.
DURA, PERO PODRÍA SER MÁS
Carlos Moure, máximo responsable del Club Ciclista Ourensano, y gran conocedor de las carreteras por las que discurrirá la etapa ourensana (171 kilómetros, el día 31 de agosto), reconoce que 'la dirección de carrera tendrá sus motivos pero han elegido la ascensión menos dura a la estación de montaña. Se habla de 30 kilómetros de subida pero no es así. Primero, desde Trives hay una zona de falso llano de más de 10 kilómetros y la ascensión realmente dura tiene unos seis kilómetros. Yo, particularmente, habría preferido que se subiese por la zona antigua, además de ser más bonita es más exigente, desde A Rúa y Bibei, por esa zona sí que hay 30 kilómetros de verdadera subida, con un desnivel medio cercano al 10 por ciento, lo que la convertiría en uno de los finales más duros. Para la estación de montaña, un evento de estas características es un escaparate enorme. Hace 10 o 15 años el Angliru no lo conocía casi nadie y ahora es un centro de peregrinación ciclista a nivel nacional y europeo. Manzaneda se podría convertir en algo similar. Supongo que la organización no querría una etapa tan dura tan pronto'.
Fuente: La Region
Tras disfrutar de la primera jornada de descanso, el pelotón entrará en Galicia en busca de sensaciones fuertes. Cabeza de Manzaneda, será el plato fuerte en la undécima etapa, un final inédito que presenta un largo ascenso de 30 kilómetros, apto para conseguir diferencias. Más suave será la siguiente entre Ponteareas y Pontevedra, con improbable esprint por el terreno ondulado.
DURA, PERO PODRÍA SER MÁS
Carlos Moure, máximo responsable del Club Ciclista Ourensano, y gran conocedor de las carreteras por las que discurrirá la etapa ourensana (171 kilómetros, el día 31 de agosto), reconoce que 'la dirección de carrera tendrá sus motivos pero han elegido la ascensión menos dura a la estación de montaña. Se habla de 30 kilómetros de subida pero no es así. Primero, desde Trives hay una zona de falso llano de más de 10 kilómetros y la ascensión realmente dura tiene unos seis kilómetros. Yo, particularmente, habría preferido que se subiese por la zona antigua, además de ser más bonita es más exigente, desde A Rúa y Bibei, por esa zona sí que hay 30 kilómetros de verdadera subida, con un desnivel medio cercano al 10 por ciento, lo que la convertiría en uno de los finales más duros. Para la estación de montaña, un evento de estas características es un escaparate enorme. Hace 10 o 15 años el Angliru no lo conocía casi nadie y ahora es un centro de peregrinación ciclista a nivel nacional y europeo. Manzaneda se podría convertir en algo similar. Supongo que la organización no querría una etapa tan dura tan pronto'.
Fuente: La Region
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