El consejo de administración de Meisa -la empresa que gestiona la estación de esquí ourensana de Cabeza de Manzaneda- celebrado ayer tenía como objetivo estudiar las cuentas anuales presentadas por el gerente, David Ferrer, que reflejan unas pérdidas de más de 700.000 euros durante el 2011. La reunión del consejo -del que forman parte la Xunta, NCG Banco y los concellos de A Pobra de Trives y de Manzaneda- se cerró con una aprobación por unanimidad de los números de la gestión, aunque se constató que todavía se ignora cómo afrontar esos números.
De momento, y según detallaron fuentes del consejo, aún queda disponible una parte del dinero del crédito participativo por importe de 500.000 euros otorgado por el Gobierno autónomo en enero. Una vez se ejecute en su totalidad será preciso repartir las deudas entre los socios de la compañía.
El ejercicio pasado, la Xunta fue la única accionista que aportó su parte de la deuda acumulada en el 2010. NCG Banco anunció ya hace algunos meses que no pondría más dinero para cubrir las pérdidas, y los representantes de la entidad de momento no han dado muestras de que vayan a modificar su postura.
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