A Pobra de Trives está situado en la zona interior de la provincia de Ourense, en la alta montaña. Su territorio presenta grandes contrastes y está dominado por las cumbres de Manzaneda.
Se trata de un terreno escarpado con cumbres de hasta 1500 metros por el sur, en la Serra de Queixa. Estas montañas van bajando hasta la riberas del Bibei (afluente del Sil), un valle estrecho y con desniveles.
La villa de A Pobra de Trives, ha ido creciendo desde finales de siglo pasado con signos propios que nos hablan a través de esa arquitectura señorial, y urbana que dibuja con placidez cada calle, cada camino de Pobra de Trives.
Como llegar: A 72 km. de Ourense desde la cual se accede por la carretera comarcal C-536.
Adentrarnos en lo más profundo del pasado, de ese Trives Viejo lleno de viejas piedras, viejos símbolos, es un compromiso que todos tenemos con la historia. La Plaza del Reloj sigue marcando puntualmente las horas del tiempo, y los Pazos ponen el toque señorial. El Pazo del Marqués de Trives en plena villa, la Casa Grande de Casanova, o la Casa Grande de Trives, es un encuentro con el pasado inmediato. Los espacios verdes y amplios, se procuraron ya desde finales del siglo XIX, y la Alameda de San Roque, el Campo do Recreo, la Plazuela do Grifo o el Parque de San Bartolomé siguen siendo esos centros de reunión social que, hasta no hace mucho tiempo, eran los centros más importantes de relación entre los vecinos. No se puede pasar de largo en Pobra de Trives, sin acudir al espectacular Cañón del Bibei. Pasear las calles de Pobra de Trives, como la Calle Grande o la Calle da Paz, resulta entrañable. En Pobra de Trives, es posible todavía ver el encanto de los pueblos y aldeas de gran valor etnográfico, como la aldea de Prada, o ver todo ese conjunto arquitectónico que recorre varios siglos de la historia y se plasma en lo que podríamos llamar el Trives romano, todos esos vestigios que se pueden recorrer en la ruta de la Vía Romana, en la que uno de los máximos exponentes es el Trives Vello, en plena villa. Conocer episodios del medievo a través del Monasterio de Sobrado de Trives, o de las muchas Iglesias que se esparcen en las parroquias del municipio.
Festa de Bica
En 1.972, nació la "Fiesta de la Bica", y, desde entonces, se celebra todos los últimos domingos del mes de Julio, en la cima de la Cabeza Grande de Manzaneda. Aunque la homenajeada es la Bica de Trives, a la comida campestre no falta el pulpo, la empanada y todos esos productos que dan de sí la agricultura y la ganadería de A Pobra de Trives. Miles de personas se dan cita en esta fiesta, en la que todos los años, se agotan las existencias de Bica, porque no sólo se adquiere para saborearla ese día, sino que turistas y visitantes de todo tipo, se la llevan como "souvenir", el mejor recuerdo que se pueden llevar de esta tierra; claro que el recuerdo, dura poco, porque aunque el proceso de elaboración de la Bica garantiza su perfecto estado de conservación durante un espacio de tiempo, el paladar se beneficia rápidamente de las excelencias de este producto que es ya un pilar en la economía de la Terra de Trives.
Toda esa estampa que dibuja nuestra imaginación está aquí, en A Pobra de Trives. Sobra añadir que este es el municipio más turístico del noroeste ourensano y a pesar de estar aquí arriba, en las sierras más altas del macizo central, Trives nos ofrece nada menos que 30 establecimientos hoteleros que ofertan más de 500 plazas de alojamiento.
Aquí nació el turismo rural. La Casa Grande de Trives fue la primera que se abrió en Galicia. Este magnífico pazo ha recibido premios y distinciones que la sitúan en todas las guías turísticas de prestigio y desde luego es la mejor opción para los que no deseen alejarse del centro de la villa. Pero nada más recomendable para hospedar el cuerpo y el espíritu que un entorno natural.
Trives cuenta con otras tres ofertas de turismo rural en medio de praderas y bosques, como la finca que rodea el Pazo de Paradela. El Pazo de San Lorenzo fue casa rectoral y granja agropecuaria antes de que el programa LEADER lo dejase convertido en un hermoso destino de vacaciones.
El Pazo de A Freiría ha sido el último en incorporarse a la lista. Nos recibe con excepcionales instalaciones, tranquilidad absoluta y una historia fascinante. Fue construido sobre un antiguo monasterio de templarios y después se convirtió en residencia de la nobleza rural, con épocas de gran esplendor y otras de declive. Curiosamente es una familia madrileña la que lo ha transformado en un pequeño hotel con encanto.
Si deciden acercarse a conocer Trives serán recibidos con hospitalidad y con toda la información que necesiten. Además de la tradicional oficina de turismo, encontrarán también el primer Centro de Desarrollo Comarcal que se instaló en Galicia, y puede que esta sea la mejor manera de empezar una ruta por los atractivos turísticos de Trives. Hasta los romanos sabían que este era el lugar ideal para hacer un alto en la Vía Nova. En la época del emperador Trajano construyeron aquí el puente sobre el Bibei, otra obra cumbre de la ingeniería romana, superada en perfección solamente por el puente de Alcántara en Cáceres. En sus inmediaciones se encontraron miliarios utilizados para medir las millas de camino que iban abriendo.
Nosotros seguiremos el nuestro recorriendo las piedras de la iglesia y antiguo monasterio de Sobrado de Trives, el Palacio del primer marqués de Trives y un pequeño casco urbano lleno de sorpresas y de rincones tan entrañables como laPlaza del Reloj.
El Trives de hoy conserva todo lo bueno del pasado y añade servicios que nos hacen olvidarnos de que estamos en la montaña.
Imprescindible entrar en Caneda o Luciano para llevarse la famosa bica hecha a base de huevos, harina, manteca de vaca, limón, azúcar y canela. Un pecado venial que hasta los abades de la Ribeira Sacra se podían permitir y que no dudaban en regalar a los monasterios cistercienses y benedictinos de otros países europeos. Otro exceso delicioso es el marrón glacé, una exquisitez que no es difícil obtener en esta tierra de castiñeiros milenarios como el de Pumbariños. En Trives hay varias rutas consagradas a estos gigantes. Son itinerarios guiados y teatralizados por jóvenes del pueblo. La Ruta de los Castiñeiros nos descubrirá el gran poder curativo de estos árboles. La de los Sequeiros es un circuito mágico que nos transporta a los tiempos en que estos lugares servían para secar la castaña. Seres divertidos y fantásticos salen de los troncos huecos pero no se asusten, solo quieren hacer amigos y contarles historias acunadas por la fantasía, por el deseo y la ilusión. Un mundo de trasnos y meigas, de fuerzas ocultas y seres sin nombre, de almas inmortales capaces de cautivar el espíritu y despertar las conciencias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario