Algo más de 6.000 hombres, 39 vehículos aéreos y cerca de 300 en tierra formarán el dispositivo contra el fuego que pondrá en marcha la Xunta de Galicia esta temporada. El despliegue es prácticamente el mismo que el año anterior, con ligeras novedades que ayer fueron presentadas por Samuel Juárez, conselleiro de Medio Rural. El departamento autonómico mantiene los recursos y también los objetivos: que los incendios de más de 35 hectáreas no hayan alcanzado al final de la campaña el 2% del total y que los de menos de una hectárea sumen más del 70%.
El Pladiga 2011 (Plan de Prevención e Defensa contra os Incendios Forestais de Galicia) incorpora aviones ligeros para ejecutar labores de coordinación, ahorrando tiempo y coste, según la versión del conselleiro. El presupuesto global del Pladiga será de unos 104 millones de euros, tres millones menos de lo que supuso durante la campaña del 2010, pese a que el número de personas totales del operativo apenas desciende en treinta.
Nuevos sistemas
Medio Rural incorpora también dos sistemas con los que espera mejorar su eficacia en la lucha contra el fuego. Por una parte, la mejora del índice de riesgo diario, un análisis que contempla diversos datos y que esta temporada incrementará la importancia del viento a la hora de ofrecer el nivel de peligro en las distintas zonas de la comunidad. El segundo sistema es un dispositivo GPS con el que cada técnico delimitará con mucha mayor precisión las áreas afectadas por el fuego.
Retardo en la combustión
La última de las novedades presentadas ayer por el conselleiro y una de las más curiosas reside en un producto que, añadido al agua, permite una mayor efectividad en las labores de extinción, generando un efecto de retardo en la combustión y permitiendo un mayor ahorro de agua. El uso de este nuevo producto, de origen brasileño y llamado licet, ha sido testado en los últimos meses en Galicia por primera vez en España, con resultados positivos. No se han detectados efectos de este producto en el medio ambiente, según Juárez.
La previsión de la consellería es reducir en alguna medida los 4.000 incendios que se registraron en Galicia el año pasado, y que afectaron a unas 14.500 hectáreas. De momento, han ardido ya este año cerca de 5.000 que, según los cálculos de Medio Rural, podrían suponer en torno a un tercio de los incendios totales que se registren a lo largo de este año.
El Pladiga, que estará operativo con su mayor número de medios entre el 1 de julio y el 31 de septiembre, prestará especial atención también a algunas zonas de máximo riesgo a tenor de lo ocurrido en campañas anteriores. Estos territorios a los que la Xunta les dedicará una sobreprotección se encuentran en la franja costera que va de la Costa da Morte a la ría de Arousa y a las zonas de Verín, Viana, Valdeorras y Trives en la provincia de Ourense.
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