«Se non damos por recuperar o monte non nos deixarían vir pastorear aquí, e de verán é aquí onde mantemos o gando, así que vimos sementar». Así explicaba José Domínguez la labor que desde ayer, y durante unos quince días, una veintena de ganaderos de Manzaneda llevarán a cabo para tratar de que la hierba vuelva a brotar sobre el monte quemado en la sierra de San Mamede, en pleno Macizo Central, donde en el mes de octubre ardieron más de 1.800 hectáreas de terreno.
La Consellería de Medio Rural les aporta la simiente, mientras que desde Asaja les ofrecen el asesoramiento técnico. Ellos ponen el trabajo. Ayer comenzaron a las diez y media, «antes non se pode, porque teñen que atender o gando», y acabaron a las seis de la tarde, «porque tiñan que volver atender os animais», explicaba Pedro R. Parente, responsable del sindicato agrario en la comarca ourensana de Trives.
Domínguez acudía al monte como ayuda a su mujer, que es la propietaria de una explotación de vacuno con 24 cabezas de ganado en Palleirós. «Veño eu porque me defendo mellor neta labor», contaba mientras trabajaba. Y ahondaba en la idea de que «temos que facer algo para recuperar isto».
Cerca de él estaba José Yáñez, propietario de una explotación de 70 vacas de vacuno en Requeixo. No sabía calcular cuántos días de tarea le quedaban por delante, pero tenía claro que «bastantes».
Confesaba que era la primera vez que había tenido que realizar este tipo de trabajo (el de sembrar en suelo quemado), pero es que «nunca se queimara así, nunca unha cousa así se vira», añadía. Veía en la regeneración del pasto «a única maneira de sacar adiante o gando, porque se non podemos vir, vai ser unha ruína».
Previsiones
El objetivo es sembrar un total de 50 hectáreas de monte en la zona de la estación de esquí, con la idea de que la simiente quede debajo de la nieve y, ya en primavera, empiece a brotar y sea de nuevo una zona de pastoreo. Una vez finalizada esta primera parte, la iniciativa tendrá continuidad después de las fiestas navideñas. Desbrozarán otras cien hectáreas de terreno en la zona baja de la montaña, en las que hay restos leñosos, para después poder sembrarlas.
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