La Xunta de Galicia sigue adelante con su búsqueda de accionariado para sacar adelante la Estación de Montaña de Manzaneda, y evitar el cierre de unas instalaciones acuciadas por las deudas. Dentro de la línea de contactos, podría haber ya dos empresas del sector de la restauración y la hostelería, interesadas en participar en el proyecto, según fuentes próximas a las negociaciones, aunque no hay acuerdos sellados.
Mientras las instituciones y la gerencia de la Estación de Montaña siguen adelante con las negociaciones y tratando de tranquilizar los ánimos de los trabajadores, afectados por el posible cierre de la empresa, ayer se celebraba en Pobra de Trives una reunión de la Plataforma en Defensa de la Estación de Montaña de Manzaneda, una iniciativa articulada por un grupo de vecinos, dispuestos a garantizar la continuidad del proyecto.
La situación actual es acuciante. Con la aportación de 500.000 adelantada por la Xunta se garantiza que la estación puede permanecer abierta como máximo hasta la primavera o principios de verano.
Las deudas acumuladas por la anterior gerencia rondan las 400.000 euros, "de los cuales más de 300.000 euros, son gastos de la factura eléctrica, pues hay que tener en cuenta que mantener los apartamentos y el suministro necesario para mover servios como el telesillas, supone un gasto de unos 700 euros al día", afirma David Ferrer actual gerente de la Estación de Montaña Manzaneda y persona a la que le ha tocado buscar soluciones de futuro a unas instalaciones que comenzaron hace medio siglo con una oferta modélica en su género y que en la actualidad, arrastran no solo los problemas de índoles económica, sino los derivados de unas instalaciones ya obsoletas para el turismo y la escasa fortuna meteorológica que retrasa cada año la llegada de las primeras nieves.
Según fuentes próximas a la Xunta, buscar soluciones de futuro a la Estación de Manzaneda es una de las prioridades del actual ejecutivo galego para evitar la caída de un símbolo y el ERE de una amplia plantilla con más de medio centenar de empleos directos.
Sin embargo la Xunta tiene en la actualidad el 38 por ciento del capital de la estación, el 38 por ciento lo ostenta Novacaixagalicia y el 14 por ciento restante los concellos de Pobra de Trives y Manzaneda.
Si la Xunta aporta una fuerte inyección económica, la mayoría del capital sería público y por lo tanto la Xunta se convertiría en principio al accionista y responsable de la futura gestión y gastos que generen las instalaciones. Un auténtico brete que marca la dura pugna.
Fuente: Faro de Vigo
Mientras las instituciones y la gerencia de la Estación de Montaña siguen adelante con las negociaciones y tratando de tranquilizar los ánimos de los trabajadores, afectados por el posible cierre de la empresa, ayer se celebraba en Pobra de Trives una reunión de la Plataforma en Defensa de la Estación de Montaña de Manzaneda, una iniciativa articulada por un grupo de vecinos, dispuestos a garantizar la continuidad del proyecto.
La situación actual es acuciante. Con la aportación de 500.000 adelantada por la Xunta se garantiza que la estación puede permanecer abierta como máximo hasta la primavera o principios de verano.
Las deudas acumuladas por la anterior gerencia rondan las 400.000 euros, "de los cuales más de 300.000 euros, son gastos de la factura eléctrica, pues hay que tener en cuenta que mantener los apartamentos y el suministro necesario para mover servios como el telesillas, supone un gasto de unos 700 euros al día", afirma David Ferrer actual gerente de la Estación de Montaña Manzaneda y persona a la que le ha tocado buscar soluciones de futuro a unas instalaciones que comenzaron hace medio siglo con una oferta modélica en su género y que en la actualidad, arrastran no solo los problemas de índoles económica, sino los derivados de unas instalaciones ya obsoletas para el turismo y la escasa fortuna meteorológica que retrasa cada año la llegada de las primeras nieves.
Según fuentes próximas a la Xunta, buscar soluciones de futuro a la Estación de Manzaneda es una de las prioridades del actual ejecutivo galego para evitar la caída de un símbolo y el ERE de una amplia plantilla con más de medio centenar de empleos directos.
Sin embargo la Xunta tiene en la actualidad el 38 por ciento del capital de la estación, el 38 por ciento lo ostenta Novacaixagalicia y el 14 por ciento restante los concellos de Pobra de Trives y Manzaneda.
Si la Xunta aporta una fuerte inyección económica, la mayoría del capital sería público y por lo tanto la Xunta se convertiría en principio al accionista y responsable de la futura gestión y gastos que generen las instalaciones. Un auténtico brete que marca la dura pugna.
Fuente: Faro de Vigo
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