El exgerente de la estación invernal de Manzaneda (Meisa), Luis Manuel Gurriarán, revela que las instalaciones arrastran un déficit histórico que oscila entre 700.000 y 800.000 euros al año, por lo que la media de pérdidas en los próximos ejercicios rondará los 700.000 euros en cada temporada, mientras no se realice una inversión de seis millones de euros para modernizar el hotel, las infraestructuras y servicios, además de colocar treinta cañones de nieve, con el fin de mantener pistas esquiables durante tres meses al año. Según el plan de viabilidad que presentó Gurriarán en su momento, Meisa dejará de perder dinero cuando se ejecute, de forma inmediata, y el coste de las instalaciones se amortizará en diez años.
De todas formas, Gurriarán advierte que los resultados también dependen de la calidad de la gestión. "Cuando los políticos eligen a los gestores por su color político, en lugar de hacerlo por su currículum y por su capacidad, las cosas se van hacer puñetas". Y agrega: "No se trata de solucionar el problema de paro de un amigo, para colocarlo al frente de una empresa que no entiende, porque luego pasa lo que pasa. No tiene sentido que lo coloquen al frente de una empresa, que empieza a perder miles y miles de euros".
Luis Manuel Gurriarán reconoce que Manzaneda "puede ganar dinero", salvo este año, en el que no ha nevado, por lo que los resultados "serán malos". Durante los tres años que permaneció al frente de Meisa –dos con el gobierno bipartito y uno y medio con Alberto Núñez Feijóo–, logró reducir el déficit desde los 800.000 euros que arrastraba de la temporada anterior a 350.000 en sus doce primeros meses de gestión, a 300.000 el segundo año y cero en el tercero, al equilibrar la balanza entre gastos e ingresos.
Gurriarán recuerda que él mismo elaboró dos planes sobre la viabilidad de la estación de montaña de Manzaneda, que presentó al bipartito y al gobierno actual, a los que posteriormente se sumó la petición de nuevos planes, con lo que el exgerente considera que "están mareando la perdiz para no acometer la inversión".
Gurriarán muestra discordancia con los grupos ecologistas que desaconsejan que se hagan inversiones en Manzaneda, argumentando que los períodos de nieve "serán cada vez menores", debido a los efectos del cambio climático. El exgerente sostiene que el cambio climático es "un proceso lento; no es algo que pase de la noche para la mañana". Y además reconoce que Manzaneda nunca fue el paradigma de la nieve, al encontrarse próxima al mar y a una altitud moderada. "Pero como en la actualidad casi todas las estaciones de España cuentan con un sistema de innivación artificial, habrá que dotarla de eso, si el mercado lo exige".
Gurriarán reconoce que ha sido "un error de base" haber ubicado la estación invernal en Manzaneda (1.778 metros de altitud), en lugar de hacerlo en Peña Trevinca (2.127 m.), por parte de los promotores, la familia Outeiriño, "pero ahora lo que hay está ahí: se realizaron inversiones muy importantes". Por lo tanto, considera que "no tiene sentido" la petición que realiza el alcalde de A Veiga, Edesio Yánez Gómez, al reclamar que se trasladen las instalaciones a Peña Trevinca, argumentando que la nieve allí está asegurada. Yáñez presentó a Fraga un proyecto en su momento, que requería una inversión de 6.000 millones de pesetas, porque la zona carece de infraestructuras.
Fuente: Faro de Vigo
De todas formas, Gurriarán advierte que los resultados también dependen de la calidad de la gestión. "Cuando los políticos eligen a los gestores por su color político, en lugar de hacerlo por su currículum y por su capacidad, las cosas se van hacer puñetas". Y agrega: "No se trata de solucionar el problema de paro de un amigo, para colocarlo al frente de una empresa que no entiende, porque luego pasa lo que pasa. No tiene sentido que lo coloquen al frente de una empresa, que empieza a perder miles y miles de euros".
Luis Manuel Gurriarán reconoce que Manzaneda "puede ganar dinero", salvo este año, en el que no ha nevado, por lo que los resultados "serán malos". Durante los tres años que permaneció al frente de Meisa –dos con el gobierno bipartito y uno y medio con Alberto Núñez Feijóo–, logró reducir el déficit desde los 800.000 euros que arrastraba de la temporada anterior a 350.000 en sus doce primeros meses de gestión, a 300.000 el segundo año y cero en el tercero, al equilibrar la balanza entre gastos e ingresos.
Gurriarán recuerda que él mismo elaboró dos planes sobre la viabilidad de la estación de montaña de Manzaneda, que presentó al bipartito y al gobierno actual, a los que posteriormente se sumó la petición de nuevos planes, con lo que el exgerente considera que "están mareando la perdiz para no acometer la inversión".
Gurriarán muestra discordancia con los grupos ecologistas que desaconsejan que se hagan inversiones en Manzaneda, argumentando que los períodos de nieve "serán cada vez menores", debido a los efectos del cambio climático. El exgerente sostiene que el cambio climático es "un proceso lento; no es algo que pase de la noche para la mañana". Y además reconoce que Manzaneda nunca fue el paradigma de la nieve, al encontrarse próxima al mar y a una altitud moderada. "Pero como en la actualidad casi todas las estaciones de España cuentan con un sistema de innivación artificial, habrá que dotarla de eso, si el mercado lo exige".
Gurriarán reconoce que ha sido "un error de base" haber ubicado la estación invernal en Manzaneda (1.778 metros de altitud), en lugar de hacerlo en Peña Trevinca (2.127 m.), por parte de los promotores, la familia Outeiriño, "pero ahora lo que hay está ahí: se realizaron inversiones muy importantes". Por lo tanto, considera que "no tiene sentido" la petición que realiza el alcalde de A Veiga, Edesio Yánez Gómez, al reclamar que se trasladen las instalaciones a Peña Trevinca, argumentando que la nieve allí está asegurada. Yáñez presentó a Fraga un proyecto en su momento, que requería una inversión de 6.000 millones de pesetas, porque la zona carece de infraestructuras.
Fuente: Faro de Vigo
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