La única estación de esquí de Galicia, gestionada por la empresa pública Meisa, podría verse abocada definitivamente al cierre si el Estado o la administración autonómica no acude el rescate.
La intención de la Xunta de Galicia de buscar un inversor privado para
substituir a Novagalicia Banco en el accionariado y evitar la
implicación de la administración no da resultado. A pesar de los
contactos de la presidenta de Meisa y secretaria general de Turismo del
Gobierno gallego, Carmen Pardo, con grupos hoteleros y el anuncio del
propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, de que pronto
habría noticias las negociaciones no fructifican.
Según ha podido saber EL MUNDO.es, el grupo de hoteles Oca, con el
que la Xunta ha estado negociando, ha descartado totalmente implicarse
en el accionariado de la compañía e invertir un sólo euro en el
complejo. Los responsables de la empresa aseguran que como mucho participarían en la gestión una vez que hayan sido remozadas y el proyecto esté definido.
Los cálculos de las empresas consultadas por la Xunta para poner en
valor el conjunto cifran la cantidad necesaria para invertir en los seis
millones de euros. Con la decisión de Oca hoteles de no formar parte
del accionariado, los planes del ejecutivo autonómico gallego se
frustran y debe seguir buscando inversores o intervenir directamente
para evitar la quiebra. De hecho la sociedad ha tenido que pedir un crédito de 500.000 euros
a principios de año para pagar deudas del ejercicio 2010 y los sueldos
de los trabajadores mientras no se encuentra al inversor.
Tampoco la Diputación de Ourense, autoproclamada gestora política de
la estación, no ha aportado hasta el momento ninguna solución. Y es que
el director de Manzaneda pertenece a una familia política del PP, el
baltarismo, enfrentada al actual Gobierno gallego.
Según ha podido saber EL MUNDO.es, el director y gerente de la
estación, David Ferrer, se entera de las negociaciones y de los planes
del gobierno gallego durante los consejos de administración que preside
la secretaria general de Turismo. Mientras tanto los ayuntamientos de
Trives y Manzaneda, donde está ubicada la instalación, siguen reivindicando una solución rápida para el conjunto montañoso.
La única estación de esquí de Galicia cerró la temporada este pasado 1
de mayo con siete de sus pistas abiertas y un espesor de nieve de 15 a
30 centímetros. A pesar de que la ocupación ha sido alta, los
representantes de los trabajadores han explicado a este periódico su
"inquietud" por la falta de una solución inmediata y por observar como
cada día que pasa siguen sin tener noticias sobre su futuro.
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