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sábado, 9 de junio de 2012

Preescolar na Casa se despide del oriente ourensano

El programa Preescolar na Casa celebró ayer la primera de las tres fiestas de fin de curso que tiene programadas en la provincia de Ourense, en este caso con las más de ochenta familias que participan de sus actividades en las comarcas de Valdeorras, Viana, Trives y Terra de Caldelas. Y aunque la fiesta llenó las calles de Petín de niños riendo, la sensación para padres y profesores era más bien agridulce ya que los recortes en Educación parece que se van a llevar por delante este programa educativo pensado para el entorno rural.

La fundación que lo gestiona ya ha entrado en concurso de acreedores y según datos extraoficiales que ayer manejaban las monitoras, todo apunta a que este será su último año. Sara Alonso, una de las profesoras, destacaba la labor que realizan para socializar a niños que pueden pasar semanas sin ver a otros de su edad: «Levamos a cabo unha forte labor pedagóxica cos nenos, pero tamén cos pais, ós que formamos e motivamos para que interactúen con outras familias. No meu caso atendo a nenos da zona de montaña e aí ves o importante que é facilitarlles a socialización».

Entre el personal de este servicio hay psicólogos, profesores y pedagogos. Solo en la provincia de Ourense atendieron este año a más de quinientos niños menores de tres años. El alcalde de Petín, donde ayer se celebraron los juegos que cierran el curso, criticaba el doble discurso de la Xunta: «Por unha banda fártanse a falar de que hai que defender o rural e promocionalo e por outra quítannos cada vez máis servizos».

Juegos educativos
La mejor muestra de que esa socialización es importante tanto para niños como para padres, fue el campo de juegos en el que ayer se convirtieron las calles de Petín con más de cien niños disfrutando con las actividades en las que les enseñaban psicomotricidad, la importancia de la naturaleza y expresión artística. O sea, que pintaron con colores, plantaron una tomatera y se lo pasaron en grande lanzándose por la tirolina que la Guardia Civil de montaña había colocado entre un árbol y un corredor. Esta fiesta, y tal vez la etapa de Preescolar na Casa en el oriente ourensano, se cerró con música de los Cuchufellos mientras alguna vecina recordaba cuando oír a niños jugando por el pueblo no era una excepción.

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