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sábado, 7 de septiembre de 2013

Comarcas en vías de extinción

En 1981 la comarca ourensana de Terra de Caldelas era el escenario vital de diez mil vecinos. En sus cuatro ayuntamientos hoy no quedan ni 3.500. Han perdido al 64,8 % de su población. La comarca de Trives ha pasado de 11.240 a 4.660 residentes y cuenta ahora con un censo un 58,5 % menor. En la Baixa Limia eran 19.112 y en estos momentos solo la habitan 8.212. Los municipios de A Fonsagrada han perdido también a uno de cada dos vecinos, y lo mismo ha ocurrido en Terra de Celanova y Os Ancares.
Prácticamente todo el sureste de Galicia lleva camino de convertirse en un desierto poblacional, que además va extendiendo su sequía residencial hacia el resto de las provincias orientales de Galicia. Tan solo una de las comarcas de la provincia de Ourense, la que se conforma alrededor de la capital, ha ganado población en los últimos treinta y un años, según los datos recopilados por el Instituto Galego de Estatística. La provincia en conjunto ya ha perdido a uno de cada cuatro habitantes desde 1981.
Algo similar ocurre en Lugo, donde once de sus comarcas han visto bajar su censo radicalmente y solo las islas de la capital provincial y de A Mariña crecen, 18,3 y 20,3, respectivamente, convirtiéndose en imanes para el censo rural.
Más signos de retroceso
Pero la extinción poblacional de las comarcas no es inherente solo a las áreas rurales. En la provincia de A Coruña solo las comarcas de Santiago (+28,8 %), la capital provincial (+28,6) y Barbanza (+5,7) reflejan un crecimiento de su volumen de residentes desde 1981. Las otras quince comarcas pierden vecinos, en especial en los casos de Ortegal, que tenía entonces 21.614 integrantes y ahora solo 13.772; el de A Barcala, que pierde un 31,5 % de su población, o el área de Muros, que cede otro 28, pese a que en general la costa gallega hace frente todavía al declive poblacional que sufre la comunidad.
La provincia coruñesa, eso sí, ganó un 4,65 % de población en 31 años. La de Pontevedra crece casi el doble, al hacerlo en un 8,5 %, siendo mayoría el número de comarcas que ganan residentes. Así ocurre en especial en Vigo (+16,4 %); Baixo Miño (+15,8), o Pontevedra (+15,1). O Morrazo y O Salnés crecen también por encima de los dos dígitos también, y O Condado roza esa marca. En cambio, zonas del interior como A Paradanta cuenta prácticamente con la mitad de la población y otras tres áreas alejadas de la costa sufren también el declive demográfico.
En total son 41 de las 53 comarcas de Galicia las que tienen menos censo ahora que cuando se empezaron a recoger datos estadísticos poblacionales por dichas demarcaciones. El cómputo general de la comunidad es por ello negativo en el período seguido por el IGE, bajando la población un 1,08 % desde 1981.

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