Meisa, la empresa que gestiona la estación de
esquí de Cabeza de Manzaneda, deja de tener gerente, un puesto político
que la Xunta venía nombrando y cambiando según se modificaban los
colores políticos en Santiago. Ayer mismo fue cesado el último ocupante
del cargo, David Ferrer, exedil ourensano del PP, afín a la familia
Baltar.
Ahora la cabeza visible de la estación será la
nueva directora, Mónica Rodríguez. Su nombramiento se hizo efectivo ayer
en el transcurso del desembarco de Mas Costas como responsable de la
gerencia de la empresa. Era un día después de que el consejo de
administración refrendase la salida de NCG Banco, que vendió su parte
del accionariado (el 37,6 %) al grupo hotelero.
Rodríguez visitó Manzaneda acompañada de su
predecesor, así como por la secretaria xeral para o Turismo, Carmen
Pardo, y el director de la división hotelera de Oca Hoteles, Arturo
Rodríguez. Precisamente este último defendía el nombramiento, «por
tratarse de una persona de la casa, con experiencia en diferentes
departamentos y como adjunta de dirección, en el Hotel Galatea de
Sanxenxo o en el Balneario de Augas Santas». El responsable de Oca
Hoteles quiso reconocer el trabajo de Ferrer, asegurando que no ponían
en duda que la gestión del anterior responsable. «Seguro que fue buena»,
dijo.
Por su parte, el gerente cesado David Ferrer,
decía entender la situación «porque este era un puesto político, sabía
que mi cargo dependía del consejo, y es normal que al entrar un nuevo
miembro en el consejo de administración, que va a hacerse cargo de la
gestión, quiera poner a alguien de su confianza». Se decía «satisfecho
de cerrar una etapa, y por dejar Manzaneda funcionando».
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