La Xunta de Galicia, a través de la Agencia
Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), cierra los centros comarcales
que tiene en la provincia, al haber enviado carta de despido al los
trabajadores contratados indefinidos no fijos que atienden los seis
inmuebles existentes en Ourense. Así, la medida afecta a la eliminación
de dos trabajadores en el de Vilanova dos Infantes; otros dos en el
centro de O Carballiño; el mismo personal en el de O Ribeiro. En el
centro comarcal de Trives se da de baja a una trabajadora; en el de
Valdeorras las despedidas son tres y en el de Castro Caldelas, dos.
Desde la Consellería de Medio Rural, a la que
pertenece Agader, se informaba ayer de que con esta medida todo lo que
está sucediendo es «que segue o seu curso o desmantelamento deses centros», sin más detalles.
La Xunta ha creado una nueva estructura al
aprobar una nueva relación de puestos laborales por la que hace
desaparecer 23 en Galicia. Eva Rodríguez, una de las trabajadoras
afectadas en el Centro Comarcal de la Terra de Celanova en Vilanova,
explica que esta medida «chega xusto un mes despois das eleccións» y añade: «Outra
das casualidades que se dan neste asunto é que todos os despedimentos
corresponden a persoas que xa gañaran, con anterioridade, xuízos por
outras ilegalidades da Xunta». De ahí que se consideran ahora represaliados.
Tanto Eva Rodríguez como sus compañeros denuncian
que este despido colectivo es el último paso tras un año de
discriminaciones, sobre todo, señalan, en este tipo de centros, en los
que denuncian que se dio de baja el servicio de limpieza, la luz, el
agua y la calefacción, impidiendo el trabajo normal que se venía
realizando.
Movilizaciones
«A crise é a escusa para
xustificiar estes despedidos e encubrir unha limpeza dos traballadores
que presentaran denuncia por despedimentos anteriores», señaló
Rodríguez. Este personal se va a movilizar para dar a conocer su
situación y denunciar lo que ellos consideran una discriminación. La
media de años trabajando que llevan estos afectados es de seis. La Xunta
alega en sus cartas de despido que son puestos amortizados por
duplicidad de funciones y porque en Agader consideran que sobran
auxiliares administrativos.
El problema trivés
En Trives el alcalde, Francisco Fernández,
reconocía no estar al tanto del cierre del centro comarcal hasta la
llamada de La Voz. Tras lamentar el despido «da traballadora afectada en Trives, e de todos os afectados», recordaba que hace un año, con la disolución de las fundaciones comarcales, desde la Xunta le habían dicho que «en febreiro ou marzo nos dirían que pasaba co edificio, que xa eles decidirían», puesto que la construcción es de la Administración autonómica y el terreno, del Concello.
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