El casco viejo de Trives ha pasado a ser un espacio vetado a los coches. Únicamente los residentes podrán acceder a sus casas, así como los camiones de reparto para carga y descarga (en horario limitado). Para ello el Concello ha repartido mandos a los residentes, con los que se acciona el mecanismo que permite bajar los pivotes que impiden el paso.
La humanización del casco viejo de Trives es una primera fase de un proyecto de dinamización del área. La remodelación ha sido realizada a través de una ayuda de la Xunta (subvencionada por fondos europeos) de 35.000 euros, sobre un total de 50.000. La obra, ya rematada, fue recepcionada por el delegado territorial en Ourense, Rogelio Martínez, que estuvo con el alcalde, Francisco Fernández.
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