Los propietarios de casas de turismo rural en las comarcas de Trives y Valdeorras, así como los de Viana se preparan para afrontar una campaña veraniega que, en un principio, se presume difícil a causa de la crisis. Sin embargo, los problemas económicos no son su única preocupación. Este colectivo de hosteleros sigue con atención el proyecto de línea de alta tensión Trives-Aparecida, que promueve Red Eléctrica de España “REE”. Muestran su más rotundo rechazo a la construcción de una nueva infraestructura que se suma a las muchas que ya cruzan la zona, cubriendo su paisaje con una auténtica tela de araña de metal.
“A paisaxe está destrozada”, comenta Paz Domínguez, responsable del Pazo Paradela, quien tampoco las tiene todas consigo al valorar su posible repercusión en la salud. “No pobo de Cerdeira hai moitos casos de cáncer”, dijo, antes de añadir que una línea de alta tensión discurre pegada al pueblo.
Tampoco está de acuerdo Carmen Pérez, del Pazo A Freiría, quien dice que “todo lo que sea deterioro del paisaje no me gusta”. Añade que, al igual que sucede con muchos afectados, desconoce el proyecto de REE.
Marcos Pérez dirige una casa rural en Vilanova (A Veiga). No está cerca de la línea de alta tensión, lo que no le impide afirmar que “si toca zonas sensibles, estoy totalmente en contra. Normalmente, el primer proyecto suele ser el más económico, no el mejor”, dijo refiriéndose a un trazado que discurre por tres lugares de interés comunitario.
Actualmente, a la subestación de Trives llegan cinco líneas de alta tensión y salen otras tres, algunas de ellas de doble circuito, según fuentes de la Plataforma no a la Alta Tensión Trives-Aparecida (Notta). Además, hay cuatro de media tensión y algunas otras que no están conectadas con la citada subestación. El resultado es un paisaje cubierto de torretas y cables, que dista mucho de atraer turistas.
“Los motivos estéticos son importantes”
“No se puede demostrar que la alta tensión tenga relación con el cáncer”. Esta explicación la ofreció el jefe de servicio de Oncología en el Hospital xeral de Santiago de Compostela, Rafael López. En este sentido, apuntó que desde un “punto de vista técnico no hay relación. Llevamos muchos años con esta polémica y no hay una demostración de que pueda ser perjudicial para la salud. En principio, pueden estar tranquilos”. Pero este vilamartinés tampoco muestra demasiado entusiasmo con la proliferación de líneas de alta tensión en el rural.
“Yo quitaría estas líneas por argumentos estéticos”, comentó y seguidamente invitó a los afectados a buscar sus argumentos en los citados “motivos estéticos, que no se preocupen de las posibles lesiones”. Sobre este particular, recordó su origen vilamartinés, así como la gran cantidad de líneas eléctricas que cruzan la comarca de Valdeorras. “Estas otras razones sí pueden tener su importancia”, afirmó.
Fuente: La Region
“A paisaxe está destrozada”, comenta Paz Domínguez, responsable del Pazo Paradela, quien tampoco las tiene todas consigo al valorar su posible repercusión en la salud. “No pobo de Cerdeira hai moitos casos de cáncer”, dijo, antes de añadir que una línea de alta tensión discurre pegada al pueblo.
Tampoco está de acuerdo Carmen Pérez, del Pazo A Freiría, quien dice que “todo lo que sea deterioro del paisaje no me gusta”. Añade que, al igual que sucede con muchos afectados, desconoce el proyecto de REE.
Marcos Pérez dirige una casa rural en Vilanova (A Veiga). No está cerca de la línea de alta tensión, lo que no le impide afirmar que “si toca zonas sensibles, estoy totalmente en contra. Normalmente, el primer proyecto suele ser el más económico, no el mejor”, dijo refiriéndose a un trazado que discurre por tres lugares de interés comunitario.
Actualmente, a la subestación de Trives llegan cinco líneas de alta tensión y salen otras tres, algunas de ellas de doble circuito, según fuentes de la Plataforma no a la Alta Tensión Trives-Aparecida (Notta). Además, hay cuatro de media tensión y algunas otras que no están conectadas con la citada subestación. El resultado es un paisaje cubierto de torretas y cables, que dista mucho de atraer turistas.
“Los motivos estéticos son importantes”
“No se puede demostrar que la alta tensión tenga relación con el cáncer”. Esta explicación la ofreció el jefe de servicio de Oncología en el Hospital xeral de Santiago de Compostela, Rafael López. En este sentido, apuntó que desde un “punto de vista técnico no hay relación. Llevamos muchos años con esta polémica y no hay una demostración de que pueda ser perjudicial para la salud. En principio, pueden estar tranquilos”. Pero este vilamartinés tampoco muestra demasiado entusiasmo con la proliferación de líneas de alta tensión en el rural.
“Yo quitaría estas líneas por argumentos estéticos”, comentó y seguidamente invitó a los afectados a buscar sus argumentos en los citados “motivos estéticos, que no se preocupen de las posibles lesiones”. Sobre este particular, recordó su origen vilamartinés, así como la gran cantidad de líneas eléctricas que cruzan la comarca de Valdeorras. “Estas otras razones sí pueden tener su importancia”, afirmó.
Fuente: La Region
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