Hace apenas tres meses, se convocaba una reunión en San Xoán de Río para dar a conocer un proyecto de desarrollo económico del área conocida como Val do Navea. Se trataba de una iniciativa privada, bajo el formato de fundación, surgida de varios vecinos de la zona residentes en otros puntos de la geografía española que querían desarrollar actividades «cívicas, educativas, culturales, científicas, recreativas y deportivas; de defensa integral, ampliación y fomento de los valores naturales propios de un medio ambiente rural y urbano sostenible, limpio y libre de cualquier contaminación perturbadora; y de fomento de una economía de uso social agro-ganadero, vitivinícola, forestal, energética y turístico-recreativa», según recogen sus estatutos.
En un primer momento los impulsores de la iniciativa buscaban la incorporación de las asociaciones de empresarios y los vecinos en general, así como de los Concellos de Manzaneda, Trives, Río, Chandrexa, Castro Caldelas, Montederramo, A Teixeira y Parada do Sil. Los primeros en decir que no fueron las administraciones locales, para después unirse también los empresarios de Caldelas, que decidieron en asamblea quedarse al margen. No fue así en el caso de la entidad de empresarios de Trives, que aprobó la adhesión «porque cremos que todo o que sexa facer cousas por esta zona é bo», comentaba su presidente, Rubén Fernández.
Numerosas dudas
Una idea sobre la que no ven las ventajas numerosos vecinos, y es que en la sociedad se ha creado un fuerte debate, porque son muchos los que miran con recelo el proyecto. Hay quien achaca esta situación a los cazadores, «que é un colectivo amplo, e que desde un principio pensaron que iban facer unha reserva de caza para negocio de só uns poucos», confiesa Fernández.
Frente a las críticas, los impulsores siguen confiando en su proyecto. Es por ello que el viernes firmaron los estatutos en una notaría de la capital provincial. Ahora el notario enviará el documento al registro de fundaciones de la Xunta para que declare Val do Navea como de interés gallego. Un trámite que podría tardar aproximadamente un mes, pero que no interferirá en el desarrollo de la actividad.
En estos momentos, un equipo multidisciplinar formado por ingenieros agrícolas y de montes, veterinarios, biólogos y arquitectos está trabajando en el diseño de los proyectos que se podrían desarrollar en el área. «Los proyectos en materia agrícola, ganadera, forestal... que se presentarán en septiembre», cuentan desde el patronato. Se les presentarán a los vecinos, que en buena parte son los propietarios de los terrenos, pero también a la Xunta, con la idea de que los financie. La cantidad necesaria todavía no está cuantificada, «aunque esperamos tenerlo todo para septiembre», añaden. Si todo va como los patronos consideran, las primeras iniciativas, relativas a la cría de vacas, podrían comenzar a funcionar a finales de año. Según los datos aportados ayer, la explotación de 20 animales empezaría a ser rentable pasados seis años (tiempo necesario para recuperar la inversión inicial).
Para lograr el apoyo vecinal desde la fundación aseguran que aprovecharán el verano «para hacer una labor clara y pedagógica para convencer a la gente de que participe; porque se trata de proyectos que buscan lograr que la sangría demográfica se pueda aminorar».
Fuente: La Voz de Galicia
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