Ellos son los independientes, los terceros en discordia y los que, en numerosas ocasiones, se convierten en la ficha dominante del tablero electoral. Pueblan la geografía electoral gallega y son objeto de deseo por casi todas las formaciones políticas. Acostumbrados a las críticas no dudan en sonreír cuando se les acusa de poco claros o de estar defendiendo intereses particulares.
Algunos incluso tratan de demostrar que no es así y otros, aunque se empeñen, no lo consiguen. Una de las agrupaciones más conocidas y antiguas de Galicia es el RUA (Rueses Unidos Adiante). Su líder es José Vicente Solarat, algunos jóvenes no recuerdan otro alcalde en A Rúa, a pesar de que es un hombre de mediana edad.
Proviene del centrismo político y, aunque estuvo "un rato" en el Partido Popular, pronto se desvinculó para crear su propia formación política. Presume de sacarle votos a socialistas convencidos y a 'populares' confesos y los hechos lo acreditan como la pieza clave de cualquier elección.
Es firme en sus declaraciones y niega con rotundidad someterse a las presiones de los partidos "dinásticos". En declaraciones a EL MUNDO.es afirma que "más antes que ahora" el PP lo invitaba a retirarse de la contienda electoral. Solarat afirma: "Directamente te dicen vas a tener problemas, esto no te va a traer nada bueno" y van más allá al indicar: "Te sugieren hay por ahí algún puesto, piénsatelo bien". Sin embargo, el ex alcalde y de nuevo candidato confirma: "Mi trayectoria me acredita y yo no me vendo, ni la gente de mi lista tampoco".
Un alcalde 'demasiado ecologista' en Trevinca
Esta misma presión del partido hegemónico en Ourense, el PP, se realiza en otros lugares en donde tienen cómplices necesarios. En las últimas elecciones, en el ayuntamiento de A Veiga, donde se encuentra el pico más alto de Galicia, Pena Trevinca, unos independientes se convirtieron en la pieza clave. Víctor Yáñez facilitó con sus votos la elección de un alcalde socialista, Fernando Fernández, y tras otorgarle su confianza se la retiró justo cuando Feijóo ganó las elecciones. Favoreció la vuelta del anterior alcalde 'popular', Edesio Yáñez, un hombre mayor con evidentes dificultades de expresión.
La razón oficial es que "el socialista era demasiado ecologista" y, claro, debió entender que Pena Trevinca debía ser industrializado, por eso optó por el antiguo compañero de partido al que se había enfrentado para luego reconciliarse. Ahora se incorpora a la lista 'popular' de 'número tres', pero sus antiguos compañeros independientes se lo toman como una traición, y trabajan para devolverle la faena a su antigua cabeza pensante. En este 'Sálvame Deluxe' Trevinca hay enfrentamientos entre la lista 'popular' y sus miembros y los independientes, que se quedaron sin cabeza, podrán ser decisivos en el resultado electoral.
Donde ya no hay independientes es en Carballeda de Valdeorras. Su alcaldesa, María del Carmen González, se ha convertido en 'popular'. La persuasión de José Manuel Baltar la ha convencido y sus aires de militante del cambio democrático en los 80 se han transformado en una proclamada sensatez en la madurez.
La 'Evita Perón' de Valdeorras
Ella misma, en declaraciones a un diario local valdeorrés, justificó su temprana militancia socialista lo que le permitió ser alcaldesa y diputada provincial "como fruto de la juventud y del deseo de cambio". Luego, abandonó la socialdemocracia y enarboló la bandera de su independencia. Participó en actos asamblearios en defensa de la sanidad pública en la legislatura del presidente Touriño, pedía que la futura autovía A-76 pasase por su pueblo y al estilo de Evita Perón construyó con fondos municipales un centro social para que "los viejitos de mi pueblo pudieran hacer gimnasia y rehabilitación".
Durante años, y en declaraciones a medios como la Cadena Cope, afirmaba que "no le gustaba la rigidez de los partidos" y "que no creía en las campañas electorales". Su propaganda se reducía a un folleto con los logros de su gestión y al sobre con la papeleta. Ahora parece que le encontró gustó a estampar su rostro en un bolígrafo con Rajoy y Feijóo. En Carballeda no parece haber mucha alternativa y la ex alcaldesa socialista, después independiente y ahora futura candidata 'popular' lo exhibe como que "su gestión es garantía de progreso y trabajo por todos mis vecinos y mis vecinas".
Y en Pobra de Trives, también en el interior de Ourense, vuelva a haber de nuevo posibilidades de elegir a una lista independiente. La encabeza un joven abogado, Francisco José Fernández. Llegó a ser alcalde hace un año con los votos de ATI (Agrupación Trivesa Independiente) y el PSdeG, pero el PP con la ayuda de los tránsfugas socialistas puso el punto final.
Baltar, atento a Pobra de Trives
Quiso comparecer y lo hará de nuevo como un revulsivo. Modernizó el ayuntamiento, abrió la institución a los vecinos, intentó potenciar la actividad cultural y nada cuajó porque el ex alcalde, Luis Álvarez, se empeñó en volver y lo logró. Baltar bendijo la operación. Y como la política es así, Baltar bendice ahora el intento de acercamiento de un sector del PP a esta lista que puede resultar ganadora y ofrecen establece alianzas. El PSdeG, poco afortunado durante todo el proceso de censura, también tiene nuevo candidato.
Los vecinos y vecinas se preguntan que pasará. Francisco Fernández lleva muy mal que le critiquen por ser independiente. Callado, prudente y partidario de una gestión colegiada deja en manos del tiempo la consolidación su proyecto. Y es que con los independientes todo es cuestión de tiempo.
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