Camilo L. fue juzgado ayer en la Audiencia. El fiscal le acusa de falsedad continuada en documento privado y estafa agravada de empleo de fraude procesal. Pide para él 5 años de cárcel y multa de 9 meses a 10 euros diarios. La acusación particular solicitó en total 4 años de cárcel al calificar los hechos como un delito de estafa agravada y otro de falsificación en documento privado. También pidió que el acusado reintegre los bienes al patrimonio de sus padres y que se anule un documento de compraventa de 1988.
En una fecha sin determinar pero antes del 21 de enero del 2005, Camilo, según sus hermanos, redactó y firmó él solo dos contratos privados de compraventa. Uno del 3 de junio de 1978 en el que figuraban como partes Honorato V. y él por el que el primero le vendía por 2.000 pesetas dos casas pequeñas en Taboazas (Chandrexa). El otro contrato es del 3 de abril de 1988 y aparecen como partes los padres del acusado y éste. Ahí figura que aquellos le venden varias fincas, una casa, un monte bajo, todo por 150.000 pesetas. La familia dice que esos contratos los hizo unilateralmente Camilo y que los presentó en la oficina liquidadora de Trives para pagar el impuesto de actos jurídicos documentados y transmisiones patrimoniales el 21 y el 22 de enero del 2005.
Cuando la familia quiso partir la herencia de los padres, en noviembre del 2006, al no haber acuerdo, hubo un juicio verbal en Trives contra el acusado y tres familiares más. Se celebró en abril del 2007 y Camilo presentó los dos documentos ya citados. El documento de 1988 causó un error en el juez al estimar que las fincas allí citadas eran del acusado.
Los calígrafos dijeron que las firmas de los documentos analizadas son falsas, se corresponden con la autoría de Camilo L. El acusado negó haber falsificado nada y dijo que son compraventas correctas de bienes «que valen pouco».
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