La alegría que reporta el alumbrado navideño a las calles de la provincia cada mes de diciembre será menos intensa, e incluso nula, en algunos concellos ourensanos este año. La crisis no escapa a la época consumista por antonomasia. Los concellos estén cerrando un año en el que les ha tocado apretarse el cinturón mucho más de lo esperado y en muchos casos han tenido que llevar recortes también a la navidad.
Uno de los casos más polémicos es el de Verín. La decisión del gobierno local de no hacer frente al gasto de 18.000 euros (aparte del consumo) que supusieron los arcos de luces el año pasado no ha sido bien recibida por los comerciantes, que han organizado una manifestación para esta noche. El regidor, Juan Manuel Jiménez Morán, justifica la medida en que es un gasto elevado (el Concello acaba de aprobar pedir un crédito para hacer frente a más de 600.000 euros en facturas) y en que «o alumeado non inflúe no consumo». De idea contraria son los comerciantes, tal y como traslada el presidente de Aever, José Ángel Rodicio: «Tememos que a xente marche a outros sitios a ver as luces, e de paso xa faga as compras alí».
Tampoco disfrutarán de las luces de colores en Pereiro de Aguiar. Su alcalde, Eliseo Fernández, lo justifica en que «neste tempos temos que ir recortando nalgunhas cousas». Calcula el ahorro en unos 3.000 euros, cifra similar a la que barajan los otros concellos que han decidido prescindir de las luminarias. Y es que no habrá luces en Barbadás, Vilamarín, Castro Caldelas y Maceda, aunque en este último se colocará, en contrapartida, un árbol con adornos, para dar un aire navideño a la localidad.
Luces con limitaciones
En otros casos, la decisión del gobierno local no ha sido tan drástica; y aunque serán menos luces y arcos, sí habrá alumbrado navideño. En el caso de A Rúa serán exactamente la mitad. «Queremos recortar o gasto á metade, e iso suporá ter a metade de arcos, deixando un de cada dous puntos de luz que houbo o ano pasado [con un presupuesto de 5.000 euros]», anuncia el regidor, Avelino García Ferradal. Como medida complementaria, el alumbrado no se encenderá hasta los días previos a la Nochebuena, para ahorrar en consumo.
En O Carballiño la instalación se hará el día 16, en las principales calles del casco urbano. Contará con una partida máxima de 8.000 euros, frente a los más de 12.000 que se gastaron el pasado año pero que, aclara el alcalde, aún están sin pagar. Argimiro Marnotes lamenta también la falta de implicación de los principales beneficiados: «Lo que más preocupa es que no haya ninguna aportación del comercio para complementar la municipal».
En el Concello de Xinzo, el edil de Cultura, Carlos Gómez, explica que la localidad contará como en años anteriores con alumbrado público, aunque se está estudiando la posibilidad de hacerlo en más tramos cortos, lo que quiere decir, disminuir el número de luces. Asegura que son necesarias porque «animan a las compras y en el tiempo actual es importante no bajar la guardia y potenciar el comercio».
También en la capital ha habido recortes. El presupuesto municipal ha bajado un 8% y el gasto se pagará entre el Concello y los comerciantes.
El que sí mantendrá las luces de Navidad es el Concello de San Cibrao das Viñas. El alcalde, Manuel Fernández, explica que en estas fechas «no se puede ahorrar en mantener la localidad con un ambiente navideño». Tampoco habrá recortes en Trives. Su alcalde, Francisco Fernández, lo justifica en que «o alumeado de nadal sempre foi tan pobre, que recortar sería non poñelo».
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