La situación de la única estación de esquí de Galicia, Manzaneda, es agónica. A falta de 15 días para cerrar el ejercicio económico del 2011, la Xunta todavía no ha dado el visto bueno al plan de viabilidad presentado por la gerencia y parece que no está dispuesta a asumir más riesgos. De momento ha sido el propio presidente, Alberto Núñez Feijóo, quien tras el Consello de la Xunta de esta semana ha manifestado que "sería conveniente realizar una ampliación de capital para que la Diputación de Ourense regresase al accionariado de Meisa (empresa pública que gestiona la estación)".
Sin embargo, la Diputación de Baltar no está por la labor de atender la petición del titular del Ejecutivo gallego. Fuentes de la Presidencia confirmaron que están dispuestos a hablar "pero la opción de volver a participar en el accionariado no nos parece justa, ni está en nuestro horizonte".
Estas mismas fuentes explicaron que ya estuvieron en 2007, "y por aquel entonces (etapa de la Xunta bipartita) se nos echó de malas maneras y ahora no nos planteamos volver". Desde la Diputación se recuerda que "hemos arreglado la carretera que conduce a la estación y hemos desembolsado una cantidad de seis millones de euros, que se dice pronto, y esto también es una forma de colaborar con la estación".
En el organismo provincial entienden que "hay formas complementarias de participar sin estar vinculados accionarialmente y sobre eso podemos hablar". No cuestionan al presidente Feijóo y confirman que hablarán, pero transmiten la idea de que la vuelta al capital social de Meisa no entra en sus planes "ni la semana que viene, ni en 15 días".
3.000 euros en caja
Y mientras tanto, el gerente, David Ferrer, espera noticias y sigue contando las pérdidas que se acumulan cuando todavía no se han liquidado las del ejercicio 2010. A la espera de una dotación extraordinaria, la empresa dispone de 3.000 euros para hacer frente a los próximos gastos.
Quienes esperan también son los ayuntamientos de A Pobra de Trives y Manzaneda. Sus alcaldes observan el proceso y tratan de presionar todo lo posible para buscar una solución a un problema que afecta a sus municipios y que, de no solucionarse, los perjudicaría gravemente.
Los regidores solicitaron ya en el mes de octubre la convocatoria de un consejo extraordinario, todavía sin celebrar, y se preguntan cómo una empresa pública no tiene autonomía para tomar iniciativas y decisiones, y se limita a esperar decisiones de otros.
Por lo pronto, y según ha podido saber EL MUNDO.es, sino se soluciona el conflicto los regidores Francisco José Fernández (Trives) y David Rodríguez (Manzaneda), se plantean no abonar las cantidades que adeudan desde el año 2010 y que entre las dos administraciones locales suman 34.600 euros.
Este sábado, fiesta del 40 aniversario de la estación
Los ayuntamientos mantienen esta posición unitaria para tratar de presionar a la Xunta y que definitivamente se despeje el futuro de la estación de esquí. En concreto, el regidor de Trives quiere dejar claro que "no es que Trives no quiera pagar lo que debe, sino que la propia Meisa debe al Ayuntamiento unos 20.000 euros".
Además de las presiones políticas también los ciudadanos se movilizan. Esta misma semana el sindicato CC.OO. aportó unas 2.000 firmas para exigir la continuidad de la estación de esquí. Desde la Xunta y la gerencia hay un mutismo absoluto y tratan de que las partes muevan ficha.
De momento sólo se apuntan a la fiesta que tendrá lugar el sábado para celebrar el 40 aniversario de la estación. Se descubrirá un placa en recuerdo del fundador Alejandro Outeiriño, editor de un periódico local, y participarán numerosas autoridades. Eso sí, la deuda sigue pendiente, la empresa sin reservas y los trabajadores confían en una solución que nunca llega.
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