Trescientos cincuenta militares de distintas unidades de la Brigada de Infantería Ligera Brilat "Galicia" VII, a los que se han sumado efectivos adicionales del Tercio Norte de Infantería de Marina de Ferrol, han recorrido (patrullado) 175.000 kilómetros por los montes gallegos con el fin de disuadir con su presencia la acción de los potenciales incendiarios y alertar sobre el inicio o existencia de fuegos para minorar en lo posible la acción de las llamas.
En total, en el primer mes de despliegue de la llamada operación Centinela, los soldados han dado 80 avisos de incendios forestales en las provincias de Pontevedra y A Coruña, según la información facilitada por la propia Brilat, lo que ha permitido la pronta actuación de los efectivos de los servicios de extinción de incendios de la Xunta de Galicia sobre los focos detectados y en consecuencia una disminución sustancial de los perjuicios ambientales y económicos de los siniestros.
Además, añaden fuentes del Ejército, patrullas de la Brigada de la base General Morillo, colaboraron en la detención del presunto autor de un incendio forestal en la zona de Trives (Ourense) y en la búsqueda de un vecino desaparecido en la localidad ourensana de Riós.
La operación Centinela Gallega forma parte del engranaje de lucha contra incendios que coordina la Consellería de Medio Rural y aunque en principio la actuación de los militares de la Brilat es de vigilancia, las patrullas están preparadas para intervenir en caso de catástrofe.
El despliegue militar por los montes de Galicia se puso en marcha en julio y se prolongará hasta el 30 de septiembre.
En principio son 23 las patrullas de la Brilat desplegadas diariamente por los montes de la provincia, un número que se puede incrementar hasta 50 si el nivel de riesgo de los incendios es "alto" y y pueden llegar a un "esfuerzo máximo" de 75 patrullas o lo que es lo mismo, más de 300 efectivos si se produce una situación de emergencia. En estos momentos las altas temperaturas sitúan el riesgo de incendios en un nivel "alto".
El peinado y control de los montes se hace con el apoyo logístico de vehículos, equipos de transmisión y dos helicópteros de vigilancia.
Además de las patrullas de vigilancia, en la provincia está instalada una base temporal del UME (unidad militar de emergencias) para colaborar en la lucha contra el fuego si se produce una situación de catástrofe como la vivida en el litoral gallego en el verano de 2006. Este contingente, integrado por personal especializado en emergencias, actuará, si fuese preciso, bajo mando directo del Ministerio de Defensa.
Fuente: Faro de Vigo
En total, en el primer mes de despliegue de la llamada operación Centinela, los soldados han dado 80 avisos de incendios forestales en las provincias de Pontevedra y A Coruña, según la información facilitada por la propia Brilat, lo que ha permitido la pronta actuación de los efectivos de los servicios de extinción de incendios de la Xunta de Galicia sobre los focos detectados y en consecuencia una disminución sustancial de los perjuicios ambientales y económicos de los siniestros.
Además, añaden fuentes del Ejército, patrullas de la Brigada de la base General Morillo, colaboraron en la detención del presunto autor de un incendio forestal en la zona de Trives (Ourense) y en la búsqueda de un vecino desaparecido en la localidad ourensana de Riós.
La operación Centinela Gallega forma parte del engranaje de lucha contra incendios que coordina la Consellería de Medio Rural y aunque en principio la actuación de los militares de la Brilat es de vigilancia, las patrullas están preparadas para intervenir en caso de catástrofe.
El despliegue militar por los montes de Galicia se puso en marcha en julio y se prolongará hasta el 30 de septiembre.
En principio son 23 las patrullas de la Brilat desplegadas diariamente por los montes de la provincia, un número que se puede incrementar hasta 50 si el nivel de riesgo de los incendios es "alto" y y pueden llegar a un "esfuerzo máximo" de 75 patrullas o lo que es lo mismo, más de 300 efectivos si se produce una situación de emergencia. En estos momentos las altas temperaturas sitúan el riesgo de incendios en un nivel "alto".
El peinado y control de los montes se hace con el apoyo logístico de vehículos, equipos de transmisión y dos helicópteros de vigilancia.
Además de las patrullas de vigilancia, en la provincia está instalada una base temporal del UME (unidad militar de emergencias) para colaborar en la lucha contra el fuego si se produce una situación de catástrofe como la vivida en el litoral gallego en el verano de 2006. Este contingente, integrado por personal especializado en emergencias, actuará, si fuese preciso, bajo mando directo del Ministerio de Defensa.
Fuente: Faro de Vigo
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