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martes, 27 de noviembre de 2012

La Xunta inicia el cierre de los centros comarcales ourensanos

La Xunta de Galicia, a través de la Agencia Galega de Desenvolvemento Rural (Agader), cierra los centros comarcales que tiene en la provincia, al haber enviado carta de despido al los trabajadores contratados indefinidos no fijos que atienden los seis inmuebles existentes en Ourense. Así, la medida afecta a la eliminación de dos trabajadores en el de Vilanova dos Infantes; otros dos en el centro de O Carballiño; el mismo personal en el de O Ribeiro. En el centro comarcal de Trives se da de baja a una trabajadora; en el de Valdeorras las despedidas son tres y en el de Castro Caldelas, dos.

Desde la Consellería de Medio Rural, a la que pertenece Agader, se informaba ayer de que con esta medida todo lo que está sucediendo es «que segue o seu curso o desmantelamento deses centros», sin más detalles.
La Xunta ha creado una nueva estructura al aprobar una nueva relación de puestos laborales por la que hace desaparecer 23 en Galicia. Eva Rodríguez, una de las trabajadoras afectadas en el Centro Comarcal de la Terra de Celanova en Vilanova, explica que esta medida «chega xusto un mes despois das eleccións» y añade: «Outra das casualidades que se dan neste asunto é que todos os despedimentos corresponden a persoas que xa gañaran, con anterioridade, xuízos por outras ilegalidades da Xunta». De ahí que se consideran ahora represaliados.

Tanto Eva Rodríguez como sus compañeros denuncian que este despido colectivo es el último paso tras un año de discriminaciones, sobre todo, señalan, en este tipo de centros, en los que denuncian que se dio de baja el servicio de limpieza, la luz, el agua y la calefacción, impidiendo el trabajo normal que se venía realizando.

Movilizaciones
«A crise é a escusa para xustificiar estes despedidos e encubrir unha limpeza dos traballadores que presentaran denuncia por despedimentos anteriores», señaló Rodríguez. Este personal se va a movilizar para dar a conocer su situación y denunciar lo que ellos consideran una discriminación. La media de años trabajando que llevan estos afectados es de seis. La Xunta alega en sus cartas de despido que son puestos amortizados por duplicidad de funciones y porque en Agader consideran que sobran auxiliares administrativos.

El problema trivés
En Trives el alcalde, Francisco Fernández, reconocía no estar al tanto del cierre del centro comarcal hasta la llamada de La Voz. Tras lamentar el despido «da traballadora afectada en Trives, e de todos os afectados», recordaba que hace un año, con la disolución de las fundaciones comarcales, desde la Xunta le habían dicho que «en febreiro ou marzo nos dirían que pasaba co edificio, que xa eles decidirían», puesto que la construcción es de la Administración autonómica y el terreno, del Concello.

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