La empresa encargada de la reforma de un tramo de 10 kilómetros de la carretera OU-703, el que comunica Trives con el acceso a la estación de montaña, descartó ayer que un embargo judicial de las certificaciones de obra con que le paga la Diputación -razçon ésta que esgrimió la institución para justificar el parón de la carretera- la obligase a paralizar los trabajos y dejar cerrados al tráfico dos tramos de calzada. El gerente de MRG, Áridos y Viales, SL, Carlos Rodríguez, atribuyó la suspensión de los trabajos a haber agotado el presupuesto de 1.038.720 euros.
El primero de los tramos cerrados al tráfico es de tierra y el representante de la empresa afirmó que no forma parte del proyecto. Añadió que fue construido para que la maquinaria accediese al lugar donde comenzaron los trabajos de ensanche de la calzada y eliminación de curvas. 'En principio queda así', dijo. Este anuncio contradice el que hizo la Diputación de que lo asfaltará si la empresa no lo hace.
El gerente de la constructora también se refirió al segundo tramo cerrado al tráfico, próximo al desvío hacia la estación de montaña de Manzaneda. Se abrirá cuando se coloquen las biondas proyectadas para toda la carretera reformada, más necesarias en este punto debido a su pendiente.
Sin embargo, la Diputación discrepó con las explicaciones que ofreció la empresa adjudicataria. Fuentes de la institución insistieron en que las cantidades de dinero entregadas a la empresa están embargadas.
El organismo provincial también explicó que la colocación de las biondas en todo el trazado de la carretera fue incluida en la oferta, por lo que la empresa deberá instalarlas. La Diputación dijo que la constructora la incluyó como 'mejora de proyecto para llevarse la adjudicación, por lo que la mejor oferta fue la suya'.
El final de la reforma de la carretera ha sido demandada por usuarios y empresarios, que urgen las reparaciones antes de que llegue el invierno.
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