La coincidencia de ser miércoles, día laborable en todos los concellos de los alrededores, no fue óbice para que la procesión del patrón en O Barco y A Pobra de Trives fuese un acto multitudinario. Cientos de personas se echaron a la calle en ambas capitales comarcales para acompañar al Nazareno durante su recorrido por el casco urbano. En el caso de O Barco, el camino fue este año hacia Viloira (cada septiembre se alterna esta ruta con la que transcurre hacia la estación de tren), y contó con la presencia de centenares de fieles, que no se amedrentaron ante el intenso calor a la hora de acompañar a O Cristo. Similar situación se vivió en las proximidades de la iglesia trivesa, con los fieles buscando la sombra de los balcones durante el recorrido para apartar de la embestida del sol.
El día grande ponía fin a los actos de ambos municipios en honor al patrón, con la salvedad de que en el caso de Trives las fiestas volverán a ser parte de la vida de vecinos y visitantes este fin de semana. Y es que el sábado y el domingo se honra a la patrona, la Dolorosa. Habrá de nuevo procesión, y no faltará tampoco la música, con dos orquestas en las verbenas y dos charangas en los pasacalles.
Por su parte, O Barco cerraba anoche seis jornadas de actos en las que la participación fue alta, incluso en los días de entre semana. Especialmente destacable es el aforo que consiguió atraer el grupo local Son do Sil en su concierto del martes por la noche. La plaza Andrés de Prada vivió un abarrote inusual con un público entregado que aplaudió y coreó los temas durante las casi dos horas que duró la actuación.
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