Cuando el fuego remite y los incendios rebajan su grado de emergencia, se deja ver el drama en mayúsculas de las llamas. Buena parte de la provincia , sobre todo aquella que se dedica a la ganadería, se pregunta ahora por su futuro. Los ganaderos de Montederramo, una de los concellos más afectados por los incendios mostraban ayer su preocupación ante el hecho de no tener por lo menos en dos años un lugar en donde poder alimentar a su ganado. Una circunstancia que podrá en peligro la continuidad de muchas de las explotaciones de la zona. Desde muchos sectores se apunta a la necesidad de que la consellería de Medio Rural pueda permitir el pastoreo en ciertas zonas para no dar paso a una situación grave de abandono no solo de la actividad sino también del rural.
Algunos alcaldes, como el de Maceda o Manzaneda subrayaban ayer la situación crítica de muchos de los habitantes del rural de estos concellos. Xabier Oviedo explicaba que las pérdidas de este año fueron la mayores que se recuerdan. «Agora imos ter un futuro complicado: perdimos todos os pastos da gandeiría, o medio natural e a Serra de San Mamede a temos calcinada», relataba el regidor que asegura que desde el BNG se pedirán ayudas a las administraciones.
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