Publicidad

jueves, 20 de octubre de 2011

Mi querida Manzaneda

Permítanme ustedes hacer un uso indebido de este Blog en el que me comprometí a escribir de cuestiones jurídicas que puedan tener algún o mucho interés social. Hoy más que ningún día escribo desde el corazón y escribo sobre Manzaneda, la única estación de montaña que existe en Galicia y que tristemente se encuentra cerca del cierre. Como verán he dicho estación de montaña porque Manzaneda es mucho más que una estación de esquí y ahí, creo yo, estriba uno de los grandes problemas, la cantidad de gallegos que asocian o identifican Manzaneda con una estación de esquí, “ese deporte que practican cuatro pijos” y hacia la que por tanto no muestran el más mínimo interés.

Manzaneda es una paraje de montaña estéticamente maravilloso, que se encuentra abierta todo el año, invierno y verano y donde se ofrece al público cantidad de serivicios. Hostelería, gastronomía, senderismo, rocódromo, caballos, alquiler de bicicletas, rutas de bici cross, y efectivamente en temporada de esquí, la práctica de ese deporte.

Me duele y me indiga que en un año en el que existen 800 imputados por causas de corrupción en España, entre políticos, funcionarios y empresarios, el año en que existen abiertas 31 causas por blanqueo de capitales, 48 por prevaricación, 131 por cohecho y 6 por malversación Y QUE EL MALETIN DE LA CORRUPCIÓN DE ESTAS CAUSAS HA MOVIDO TRES MIL MILLONES DE EUROS, Manzaneda pueda cerrar porque La Xunta o Nova caixa Galicia, ESA DE LA QUE SU EX DIRECTOR SE HA LLEVADO POR JUBILACIÓN 16 MILLONES DE EUROS, se nieguen a pagar una deuda de 240.000€

Manzaneda da de comer a numerosísimas familias de la comarca, el ayuntamiento de Manzaneda , el de Puebla de Trives y muchas de las parroquias o aldeas de estos ayuntamientos viven en gran parte de la estación. Muchos hombres trabajan en los remontes, en la hostelería, las mujeres en la limpieza de los apartamentos, en el servicio de recepción de los apartamentos, como camareros, y son muchos los restaurantes y hoteles que “hacen su agosto” en el frio invierno porque los “pijos” van a esquiar y dejan el mucho o poco dinero que se gastan en ese y no otro lugar.

He reconocido desde el comienzo de este artículo que escribiría desde el corazón porque yo he crecido en Manzaneda. Sin rubor reconozco que mi infancia no fue especialmente fácil, marcada por la trágica muerte de mi padre a sus 37 años y no me cabe la menor duda de que parte de mi estabilidad emocional y de mi desarrollo como persona se lo debo a Manzaneda. En un contexto de problemas derivados de una tragedia familiar y personal de ese estilo Manzaneda se convirtió para mi en un auténtico escape mental y hoy más de treinta años después digo desde el convencimiento que sin Manzaneda mi vida no hubiera sido la misma.

Manzaneda, CONTIGO HASTA EL FINAL.

Fuente: El Correo Gallego

No hay comentarios:

Publicar un comentario