La situación en la que se encuentran los ríos y embalses de la provincia, que registran los caudales más bajos de lo que es habitual en esta época del año, ha provocado las primeras incidencias, y los mayores problemas se están registrando en núcleos de población de siete concellos: Boborás, Castro Caldelas, Cortegada, Chandrexa de Queixa, Paderne de Allairz, A Teixeira y Quintela de Leirado, en los que se están realizando refuerzos de abastecimiento de agua potable mediante la utilización de cisternas.
Y en núcleos de población de otros trece concellos de la provincia, como son los de Baltar, Beariz, Carballeda de Avia, Entrimo, Melón, Padrenda, Piñor de Cea, Punxín, Pobra de Trives, Ribadavia, Parada do Sil, San Cristovo de Cea y Sarreaus, hay restricciones de agua debido al bajo nivel de los ríos o los embalses que existen en esas zonas.
Una situación que fue analizada ayer por la comisión de seguimiento de la sequía en la provincia de Ourense, con el objetivo de desarrollar las actuaciones que sean necesarias para la mejora aplicación y distribución de los recursos, como explicó al termino de la reunión el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, que esgrimió como una de las causas las condiciones meteorológicas de este otoño, que es más cálido y seco de lo normal.
Pero a pesar de estas incidencias, Martínez subrayó que no se prevé que los grandes sistemas de abastecimiento tengan problemas, debido a los niveles de reserva que en estos momentos garantizan el suministro de agua durante varios meses, aunque, ante cualquier tipo de problema, por parte de la Xunta se activó un seguimiento especial de la situación "por si fuese necesario actuar", indicó.
Poblaciones del rural
Los problemas se están dando en núcleos de población de concellos del rural, en algunos de los cuales solo residen cinco vecinos. Además de constató que en algunos casos no se debe a que no haya agua sino que existen deficiencias en el mantenimiento de las infraestructuras, que se encuentran en mal estado, y que lleva consigo que esa agua no sea apta para consumo domestico.
Una cuestión que refleja las deficiencias que existen en lo relacionado con un servicio básico para los vecinos de esos núcleos como es el abastecimiento de agua, y que en una situación como la actual provoca, en unos casos restricciones, y en otros tener que utilizar cisternas para llevar el agua a esas zonas.
Y si a eso se le suma que este otoño está siendo muy deficitario en cuanto a lluvias, respecto a años anteriores, los problemas relacionados con el abastecimiento de agua son objeto de preocupación, como así lo demuestra la puesta en marcha de la comisión de seguimiento de la sequía, aunque Martínez aseguró que la "situación no es preocupante", pero se intensifican las labores de seguimiento y vigilancia de los caudales de los ríos que realiza la Xunta.
En cuanto a la situación de los embalses de la provincia de Ourense, según los datos oficiales, la mayoría se encuentra por encima del 60 %, excepto el de Albarellos con un nivel del 30,6%; el de Chandrexa de Queixa, con un 33%; mientras que en la zona de A Baixa Limia, los caudales bajan sensiblemente, y así el de Salas está en el 27%; mientras que el de As Conchas se sitúa en el 22%. Aunque el mayor descenso lo registra el de Cachamuiña, que no llega al 16%, con lo que la capital debe utilizar solo agua del Miño.
En la reunión de la comisión de seguimiento de la sequía participaron los representantes de todas las administraciones implicadas en el suministro de agua potable, como la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Diputación, Consellería de Medio rural Aguas de Galicia y subdelegación del Gobierno.
Fuente: Faro de Vigo
Y en núcleos de población de otros trece concellos de la provincia, como son los de Baltar, Beariz, Carballeda de Avia, Entrimo, Melón, Padrenda, Piñor de Cea, Punxín, Pobra de Trives, Ribadavia, Parada do Sil, San Cristovo de Cea y Sarreaus, hay restricciones de agua debido al bajo nivel de los ríos o los embalses que existen en esas zonas.
Una situación que fue analizada ayer por la comisión de seguimiento de la sequía en la provincia de Ourense, con el objetivo de desarrollar las actuaciones que sean necesarias para la mejora aplicación y distribución de los recursos, como explicó al termino de la reunión el delegado territorial de la Xunta, Rogelio Martínez, que esgrimió como una de las causas las condiciones meteorológicas de este otoño, que es más cálido y seco de lo normal.
Pero a pesar de estas incidencias, Martínez subrayó que no se prevé que los grandes sistemas de abastecimiento tengan problemas, debido a los niveles de reserva que en estos momentos garantizan el suministro de agua durante varios meses, aunque, ante cualquier tipo de problema, por parte de la Xunta se activó un seguimiento especial de la situación "por si fuese necesario actuar", indicó.
Poblaciones del rural
Los problemas se están dando en núcleos de población de concellos del rural, en algunos de los cuales solo residen cinco vecinos. Además de constató que en algunos casos no se debe a que no haya agua sino que existen deficiencias en el mantenimiento de las infraestructuras, que se encuentran en mal estado, y que lleva consigo que esa agua no sea apta para consumo domestico.
Una cuestión que refleja las deficiencias que existen en lo relacionado con un servicio básico para los vecinos de esos núcleos como es el abastecimiento de agua, y que en una situación como la actual provoca, en unos casos restricciones, y en otros tener que utilizar cisternas para llevar el agua a esas zonas.
Y si a eso se le suma que este otoño está siendo muy deficitario en cuanto a lluvias, respecto a años anteriores, los problemas relacionados con el abastecimiento de agua son objeto de preocupación, como así lo demuestra la puesta en marcha de la comisión de seguimiento de la sequía, aunque Martínez aseguró que la "situación no es preocupante", pero se intensifican las labores de seguimiento y vigilancia de los caudales de los ríos que realiza la Xunta.
En cuanto a la situación de los embalses de la provincia de Ourense, según los datos oficiales, la mayoría se encuentra por encima del 60 %, excepto el de Albarellos con un nivel del 30,6%; el de Chandrexa de Queixa, con un 33%; mientras que en la zona de A Baixa Limia, los caudales bajan sensiblemente, y así el de Salas está en el 27%; mientras que el de As Conchas se sitúa en el 22%. Aunque el mayor descenso lo registra el de Cachamuiña, que no llega al 16%, con lo que la capital debe utilizar solo agua del Miño.
En la reunión de la comisión de seguimiento de la sequía participaron los representantes de todas las administraciones implicadas en el suministro de agua potable, como la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil, Diputación, Consellería de Medio rural Aguas de Galicia y subdelegación del Gobierno.
Fuente: Faro de Vigo
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