Las quemas de residuos agrícolas son una actividad frecuente en Galicia pero no siempre se realizan de forma responsable y pueden llegar a provocar desastres ambientales graves.
Es lo que según el fiscal, pudo ocurrir a causa de la conducta de un acusado que, en abril del 2009, prendió fuego en una finca de su propiedad con la intención de limpiar residuos agrícolas. Eso sí, lo hizo sin haber solicitado autorización, alegando que «no le hacía falta», según el mismo declaró.
El incidente ocurrió en una finca del ayuntamiento de Manzaneda y, debido a las condiciones climatológicas que había aquel día, el incendio terminó por propagarse a otras fincas. A consecuencia de ello, fue necesaria la participación de los servicios de extinción, que lograron que las llamas solo afectasen a una hectárea y media de terreno. Dos agentes forestales que el día de los hechos estaban por la zona relataron ayer durante el juicio por esta causa que el acusado no tenía autorización para hacer la quema. Asimismo, aseguraron que vieron varios focos de humo y que al lado de uno de ellos estaba el acusado, al que identificaron en aquel mismo momento. Constataron, igualmente, que el fuego que se había iniciado en la finca del participar ahora juzgado se había extendido a otros terrenos que no eran de su propiedad.
La Xunta, que se persona como acusación particular en este caso, reclama los gastos que supusieron los trabajos de extinción de las llamas, que ascienden a 438 euros. El fiscal, por su parte, elevó a definitivas sus conclusiones y solicitó una condena de once meses de prisión, además de una multa y el pago de las costas procesales. El caso quedó visto para sentencia tras declarar todas las partes citadas al juicio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario