Una vez que los incendios en el Macizo Central están controlados o próximos a la extinción, la sociedad civil agrupada en torno a la Plataforma Ciudadana en Defensa del Monte Gallego prepara movilizaciones en Ourense y Pobra de Trives para exigir un cambio en la política forestal y de prevención de incendios.
Las movilizaciones, según los convocantes, tratan de canalizar la indignación de los ciudadanos "por el desastre que se está produciendo en montes y ecosistemas" y tienen la intención de conocer y exigir la verdad a los responsables de la administración autonómica.
Según el agente forestal Xosé Santos, "no es de recibo que nos encontremos con versiones contradictorias y que comprobemos cada día que desde Medio Rural se está mintiendo sobre los datos y los focos activos". En este sentido exigen responsabilidades y un cambio de política que "pasa fundamentalmente por la prevención y por la dotación del personal necesario, formado y equipado de manera suficiente para controlar esta actividad delictiva".
Tal y como publicó ELMUNDO.es el pasado mes de agosto, la ausencia de formación, la falta de medios y la descoordinación que ratifican desde la propia Plataforma "hace ineficaz cualquier planteamiento serio en la lucha contra el fuego".
'Poco más de 1.000 euros'
Esta insatisfacción y quejas reiteradas de los agentes y brigadistas coinciden con los planteamientos de alcaldes de la zonas afectadas durante el último fin de semana. En concreto, el regidor de Manzaneda David Rodríguez, cifró en 1.600 euros la cantidad de dinero que recibe anualmente su ayuntamiento para la preparación de los montes.
Rodríguez explica que "una hora de trabajo de una desbrozadora cuesta al Ayuntamiento 400 euros y permite limpiar tres o cuatro hectáreas, lo que hace inviable cualquier limpieza en un área de 114 kilómetros cuadrados que pertenece en un 97% a la Red Natura". La otra ayuda que recibe este consistorio protegido y que alberga la única estación de esquí y de montaña de Galicia, es de 14.000 euros para el mantenimiento de una motobomba.
En parecidas circunstancias se encuentra el ayuntamiento limítrofe de Pobra de Trives. El alcalde, Francisco José Fernández, aseguró a este medio que las arcas municipales reciben 1.590 euros al año para el desbroce y limpieza de caminos "cuando la mayoría de nuestro territorio es parte de la Red Natura".
Fernández aseguró que no tienen "personal específico para este tipo de tareas por las propias limitaciones de un ayuntamiento pequeño". El primer edil dice no entender, "dadas las condiciones de nuestro territorio, cómo no se ha promovido una central de biomasa para aprovechar los recursos naturales que genera el municipio".
Ambos regidores, en la misma línea que los miembros de la Plataforma, entienden que es necesario un cambio en la política forestal. Desde Trives, su alcalde, dice "no poder entender cómo pueden arder los pulmones de Galicia y no existe un planteamiento serio del tema y la administración local recibe poco más de 1.000 euros". En parecidos términos se pronuncia David Rodríguez que apunta que "esto no es serio, muchas de las acciones que se llevan a cabo es por el interés de los vecinos".
Brigadas gallegas para la prevención
Esta falta de medios dedicados a la prevención también es denunciada por funcionarios de Medio Rural. El agente forestal Xosé Santos explicó que "la actual administración ha desmantelado las brigadas de forestales destinadas a la prevención, compuestas por unos 550 trabajadores" y aclaró que "eran gente que tenía experiencia, conoce a la población y que podía servir de enlace con las fuerzas de seguridad en la búsqueda de los posibles pirómanos".
De ahí, según Santos, que cueste entender las quejas del diputado popular, Celso Delgado, al Gobierno central demandando más medios para la investigación "cuando desmantelaron uno que trabajaba en Galicia sobre el terreno".
Tanto los miembros de la Plataforma en Defensa del Monte Gallego, como lo alcaldes de Trives y Manzaneda animaron a la gente a manifestarse en la propia Trives el sábado a las 12, y en Ourense a las siete de la tarde para pedir verdad, reparación y más recurso.
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