La sequía causó algún que otro trastorno a los pueblos del oriente ourensano. En Millarouso (O Barco), la falta de agua obligó a desviar agua del riego para el abastecimiento domiciliario, según apuntó el alcalde, Alfredo García, quien explicó que fue necesario construir una traída alternativa. El agua, si bien no sirve para beber, permite atender las demás necesidades domésticas
En Trives, los domicilios no tienen problema de falta de agua. Sí comienzan a sufrir la sequía los animales. Lo indicó Domingo Diéguez, concejal de Medio Rural, quien señaló que el Concello comenzó a abastecer a algunas granjas, al secarse las fuentes y regatos donde habitualmente bebían las reses.
En el vecino Concello de San Xoán de Río, el alcalde, Gerardo Rodríguez, apuntó que la existencia de numerosos pozos y captaciones privadas permite soportar la escasez de lluvias.
Otro concello que hasta no hace mucho acusaba los periodos de sequía es el de A Veiga, pero este año no sufre restricciones.
En las comarcas de Monterrei y A Limia no se registran problemas de abastecimiento, aunque en Verín, el descenso del nivel del agua obliga a manteneer cerradas las compuertas de la playa fluvial, en cuyos alrededores está la captación de agua, para acumular caudal y bombearlo hasta la depuradora.
Por su parte, Xinzo se abastece de la presa de Gudín, que según el alcalde, José Antonio Pérez, está al 50% de su capacidad. 'Si no llueve puede haber problemas, pero de momento no es necesario racionalizar el agua', explicó el regidor.
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