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domingo, 6 de diciembre de 2009

Baltar ve difícil la fusión de concellos porque los ‘absorbidos’ perderán obras e identidad

Según el último censo de población, 68 de los 92 concellos de la provincia pierden población y el 10% de sus municipios no llega a mil habitantes. Por ello, el informe hecho público por el Club Financiero de Vigo, a propósito de la creación de un nuevo mapa municipal en Galicia, ha desatado opiniones encontradas; de rechazo en los alcaldes de concellos pequeños, que temen perder su identidad, apoyados, por ejemplo, por el presidente de la Diputación; de apoyo,
Las mancomunidades bien gestionadas, tercera vía

donde los regidores tienen garantizada su permanencia por regir cabeceras de comarca; o con otras fórmulas, como las mancomunidades bien gestionadas, que defiende el regidor de la ciudad.

Sin descender al concello concreto, el responsable de la institución provincial, José Luis Baltar, entiende que el municipio no quiera perder su identidad, además de que su supresión sólole convertiría ‘nunha parroquia’ del ayuntamiento que lo ha absorbido. Por ello, y aún reconociendo que desde el punto de vista económico es rentable esa fusión de concellos, él apela a criterios de identidad, de servicios, de obras. Si Esgos perteneciese a Ourense, por ejemplo, dice, posiblemente no tendría representación de concejales y perdería obras que ahora sí recibe como municipio.

Pero los empresarios apuntan ya en una dirección, la necesidad de agrupar concellos en Terra de Caldelas y Trives, donde se hallan muchos de los que apenas superan los mil habitantes. Sin embargo, los alcaldes de esta última comarca no ven con buenos ojos su posible absorción por los más grandes. El alcalde ‘popular’ de Chandrexa, Francisco Rodríguez, con una población de 700 habitantes, ve ‘descabellada’ la propuesta. No encuentra lógico que uno de sus vecinos deba recorrer 30 kilómetros por las complicadas carreteras de montaña para realizar cualquier gestión administrativa. Además, recuerda que los concellos más grandes son los que arrastran mayores deudas. Si además deben asumir los servicios de los de menor población, la atención empeorará.

El nacionalista David Rodríguez apenas lleva un par de meses en la alcaldía de Manzaneda (1.057 habitantes) pero ve complicado que la absorción de los concellos pequeños pueda llevarse a efecto en un plazo breve. Eso sí, piensa que ‘ao final a solución será eso, pois a volta duns anos quedarán concellos de 300 veciños que serán insostibles’. El socialista Luis Castro lleva de alcalde de San Xoán de Río (795 habitantes) aún menos tiempo pero su opinión es muy distinta, pues considera que los más pequeños se quedarían sin servicios.

Sin embargo, el regidor socialista de Castro Caldelas (1.500 habitantes), Eladio Osorio, es partidario de la supresión de los municipios más pequeños y de concentrar los servicios en los más grandes. Su municipio, centro de la comarca de Caldelas, garantizaría su permanencia e incluso su crecimiento en una comarca, en plena Ribeira Sacra, que se despuebla alarmantemente. ‘La medida, de llevarse a cabo, sería la salvación de todos los concellos’, afirmó, recalcando que con este ‘minifundismo que tenemos es imposible salir adelante’.

A su entender, hay que racio nalizar los recursos y no se pueden mantener ‘siete o ocho concellos con otros tantos secretarios, 20 funcionarios y múltiples trabajadores cuando si juntamos a la población no llega a los 5.000 habitantes. Esto no se puede soportar’, afirmó.

Las mancomunidades bien gestionadas, tercera vía

Si el área metropolitana de Ourense se pusiese en marcha, la ciudad se convertiría en una gran urbe, aunque los municipios de su entorno inmediato se mantuvieran como tales. Con unos servicios mancomunados bien gestionados, los residentes en este espacio, que aglutina ya a más de un tercio de la población de la provincia, tendrían una calidad de vida adecuada y prácticamente todo al alcance de la mano. Es la opción que, sin conocer en profundidad el planteamiento de los empresarios y sin centrar la opinión en el caso ourensano, plantea el alcalde de la ciudad, Francisco Rodríguez. El regidor reconoce que el debate al respecto no es nuevo, entiende que la pérdida de población y, consiguientemente, de recursos, dejan media provincia vacía pero también asume que cada concello quiera conservar su identidad. Y así, reflexiona sobre otras fórmulas como las mancomunidades de municipios, eso sí, bien gestionadas y alejadas de la connotación partidista -’utilizáronse como centros de control de poder’- que ha dado al traste con muchas de ellas. ‘Optimizaríanse os recursos, rebaixaríase o gasto e o déficit e ata se gañaría en poboación’, sostiene el regidor.

Fuente: La Region

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