El 100% de ocupación vaticinaba a principios de semana el presidente de la estación de montaña de Cabeza de Manzaneda, Luis Manuel Gurriarán, si la nieve acompañaba durante el puente que ya está en marcha y que marca también el inicio de la temporada en la única estación de esquí de Galicia. Pero no pudo ser. Las nevadas del lunes y el martes dieron paso a una subida de temperaturas (ayer el termómetro marcaba 8 grados a mediodía) y a la lluvia, provocando que las laderas recuperasen poco a poco su tonalidad verde.
En un 30% está la ocupación del complejo para estos días, ya que la nieve es escasa. «Sí hay en la zona media alta, pero no la suficiente como para esquiar», reconocía ayer Gurriarán, que consideraba que un 30% no es un mal dato ante la ausencia del polvo blanco.
Además, en la zona alta (donde más había), la visibilidad era escasa debido a la densa niebla. Eso provocó que tampoco se abriese el telesilla (ni siquiera para uso turístico), ya que los visitantes no podían usarlo para disfrutar del paisaje.
Familias con niños
Así que, más que aficionados al esquí, lo que se podía ver ayer por la estación (el acento gallego mandaba sobre cualquier otro) eran familias con niños pequeños, que buscaban los montículos de nieve para lanzarse con sus trineos. O jóvenes haciendo batallas de lanzamiento de bolas de nieve. También se vio a alguno tratando de practicar snowboard. Cierto es que para los expertos la superficie esquiable no era suficiente para disfrutar, pero los que están aprendiendo todavía pudieron practicar un poco.
Las perspectivas no mejoran para los próximos días, «porque los más reputados meteorólogos nos dicen que no va a nevar», añadía Gurriarán. Es por ello que desde la gerencia de la estación ya tienen la vista puesta en las vacaciones navideñas como la primera gran cita con un previsible lleno (aunque todo dependerá, como siempre, de la nieve).
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