La anunciada destitución del presidente de Meisa, Luis Manuel Gurriarán, ha sorprendido en medios empresariales ourensanos. Que la Xunta haya decidido prescindir de los servicios del ejecutivo que logró recuperar las cuentas de una sociedad que durante décadas acumuló pérdidas, precisamente en el momento en que ha conseguido abandonar los números rojos, ha causado estupor. El presidente de la Confederación Empresarial de Ourense, Francisco Rodríguez, confiesa que le resulta «por lo menos chocante» la decisión.
Al no haber ofrecido el Gobierno gallego versión alguna sobre los motivos de la renovación, Rodríguez se muestra especialmente cauto a la hora de opinar sobre este acuerdo político, pues, según resalta, «sería temerario hacer valoraciones sobre un asunto del que se desconocen las interioridades».
En cualquier caso, como concepto general, el presidente de la CEO subraya que el aspecto económico es el que más pesa en la gestión de una empresa. «Desde un punto de vista estrictamente empresarial, dejando claro que existen otros factores que también pesan en el conjunto, resulta llamativo que se destituya al presidente de una empresa cuando ha logrado, o está a punto de lograr, según las cifras que se conocen, unos buenos resultados», reflexiona el líder empresarial ourensano.
En una línea similar se pronuncia el vicepresidente de la Cámara de Comercio, Juan Carlos Parada, que también ha recibido con sorpresa la noticia de la salida de Luis Manuel Gurriarán de la presidencia de Meisa, por decisión del gobierno gallego que preside Núñez Feijoo.
Destaca el portavoz de la entidad cameral que «no todo el mundo es capaz» de lograr unos resultados económicos como los que, de acuerdo con las informaciones públicas, se han logrado en la estación de montaña de Manzaneda bajo la dirección del presidente que el miércoles cesará en sus funciones.
Que la actuación de Luis Manuel Gurriarán se haya producido en una empresa en gran parte sostenida por la administración, con el consiguiente beneficio para las cuentas públicas, es algo a lo que conceden especial relevancia los representantes empresariales, sobre todo, según enfatizan, por el momento de crisis económica actual.
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