Un oasis en medio del calor, rodeado de vegetación y con un agua cristalina (aunque un poco fría, que nadie se lleve a engaño) en la que poder bañarse. Eso es lo que ofrece el área de O Caneiro, en el Concello de A Pobra de Trives. Un verdadero vergel para los que huyen de las altas temperaturas que azotan al oriente ourensano, tal y como atestiguan los hermanos Eric y Kevin Fernández, que cada fin de semana suben con su familia desde O Barco en un intento de huir del calor del valle y disfrutar de una comida campestre.
Porque mientras los niños intentan pescar algo con sus redes en el río Bibei, los mayores pueden disfrutar tomando el sol en la zona de arena o relajarse a la sombra. A ello, a crear la sombra, ayudan los altos árboles que hay en la ribera, bajo los cuales hay varias mesas y bancos de piedra.
La zona cuenta además con un espacio acondicionado para aparcamiento, al que se llega desde la antigua N-120, en un desvío a apenas 300 metros del retazo de historia que es el puente Bibei. Para acceder a ella hay que seguir una angosta carretera que pierde el asfalto a medida que comienza el descenso, para quedarse en un camino de tierra. Son varios cientos de metros de bajada, lo que ayuda a que desde la orilla del río sea prácticamente imperceptible el ruido de los coches pasando por la nacional. Es un lugar perfecto para perderse y evitar que a uno le encuentren, porque, además, el móvil pierde bastante cobertura. Para que los ruidos de la vida moderna no entorpezcan el remanso de paz.
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