La innivación artificial permitió ayer reabrir la estación de esquí de Cabeza de Manzaneda, en Trives, a la práctica deportiva (después de más de 50 días cerrada), aunque la intensa niebla dificultaba la visibilidad a los usuarios.
De cara al fin de semana las perspectivas son mejores, habida cuenta de que, además, al polvo blanco creado por las máquinas se unía el caído ayer de forma natural. «Está cayendo una nevada fuerte, y estamos esperando a que deje de nevar para poder ir pisando la nieve, para poder tener abierto durante el fin de semana», apuntaba a mediodía David Ferrer, gerente de Meisa.
La previsión de nevada también para hoy le hacía reafirmarse en que de cara a mañana la situación para la práctica deportiva «será buena».
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