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lunes, 7 de febrero de 2011

Los Baltar discrepan sobre la inclusión de tránsfugas

No hubo moción de censura en Calvos de Randín el jueves. Pero la presión política la tiene ahora el PP. Los Baltar (padre e hijo) han hecho públicas sus discrepancias. Al fracturado PP ourensano se suma otra discusión. En la decisión sobre la moción de Calvos, el presidente de la Diputación, José Luis Baltar, tomó el mando.

El barón del PP despachó con los ediles de su partido y el tránsfuga del PSOE -"un grupo muy unido", según su propia definición- en la institución esa misma mañana; dejó en la sombra a su hijo, el presidente provincial, y cumplió el compromiso que había asumido días antes con Feijóo: retirar la moción. Haberla presentado suponía contravenir la nueva ley que entra en vigor. Otro escándalo en vísperas de la votación que el PP gallego prefiere evitar.

Pero Baltar se juega mucho en ese pequeño y olvidado municipio ourensano. Calvos de Randín está en el partido judicial de Bande, donde el veterano político puede perder uno de los dos diputados que le permiten ahora gobernar la institución provincial. El otro escaño se disputa en Trives, donde Baltar arrebató otra alcaldía también mediante moción de censura, con cuatro tránsfugas del PP y dos del PSOE, a un bipartito de independientes y socialistas.

Un dilema

El presidente de la Diputación cumplió con Feijóo el acuerdo sobre Calvos. Pero para ello -los ediles se resistían a acatar la decisión- tiene que cumplir ahora con el grupo de los populares y el tránsfuga, José Manuel Andrade. Baltar tiene intención de colocar de número uno en la lista de las municipales en Calvos al tránsfuga, según ha declarado a Faro de Vigo. Entretanto, su hijo y jefe provincial recibe las felicitaciones del portavoz del PPdeG, Antonio Rodríguez Miranda, por su decisión de "de no llevar tránsfugas en Ourense". Una postura que la dirección del PP gallego "comparte".

Mientras cada uno tira para un lado, el "unido grupo" de Calvos enseña los dientes. En la rueda de prensa del jueves para justificar la retirada de una moción por la que habían peleado con crudeza durante tres años, apuntaron la posibilidad de presentarse como independientes.

Una decisión salomónica que liberaría a la familia Baltar de tensiones entre sí y con la dirección del PP gallego y que, al mismo tiempo, supondría un pequeño alivio para el presidente de la Diputación ya que, al menos, restaría votos al PSOE.

Fuente: El Pais

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