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sábado, 25 de junio de 2011

En libertad tres ourensanos implicados en una trama que estafaba a aseguradoras

Tres vecinos de Ourense han sido hoy puestos en libertad por el juez de Instrucción de Trives «con obligación de personarse en el Juzgado en los próximos días», tras ser detenidos ayer en el marco de la «Operación Aleta» por su presunta implicación en una trama dedicada a estafar a compañías aseguradoras de vehículos, informa la Guardia Civil de Ourense.

Estas nuevas detenciones elevan a 22 los implicados en esta operación, que comenzó en marzo con la colaboración del Grupo de Investigación de Accidentes de Tráfico (GIAT) de Ourense y cinco detenidos, uno de ellos el propietario de un taller de compraventa de vehículos usados de A Valenzá, quien al parecer aprovechaba su entramado empresarial para llevar a cabo la actividad delictiva.

Este ingresó en prisión por estos hechos aunque se encuentra ya en libertad a la espera de juicio, mientras que los otros 21 implicados permanecen en libertad con cargos tras su detención, han detallado a Efe fuentes de la Guardia Civil.

Según el relato del instituto armado, los agentes procedieron a la detención de estas personas que llegaron a estafar «un millón de euros en indemnizaciones», mediante el «cobro irregular» de las mismas a las compañías de seguro.

Para lograrlo, los implicados se valían de varios «modus operandi». Por un lado simulaban salidas de vía o atropellos a animales, trasladando al lugar del accidente vehículos con piezas dañadas para sustituirlas por las que se encontraban en buen estado con el fin de lograr altas peritaciones; y por otro causaban siniestros entre vehículos, precisa la nota de la Guardia Civil.

También se dedicaban a adquirir vehículos de alta gama procedentes de accidentes de importancia que eran dados siniestro por las aseguradoras para, pasado un tiempo, ser asegurados de nuevo y colocarlos en otras vías públicas para simular un nuevo siniestro y volver a cobrar la indemnización.

La Guardia Civil de Ourense les imputa además la simulación de delito, por la sustracción de vehículos, siempre de alta gama y que la propia organización delictiva hacía desaparecer para cobrar la correspondiente indemnización.

Fuente: La Voz de Galicia

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