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lunes, 29 de agosto de 2011

Un futuro incierto para los siete inmuebles

Los gestores de los centros comarcales, pertenecientes a la Sociedade de Desenvolvemento Comarcal (Sodeco), insisten en señalar la gran diferencia existente con las fundaciones, que radica en el hecho de que los edificios, anteriores a las segundas, sirven para difundir y promover los recursos comarcales.

Con su creación, los organismos fundacionales se limitaron a ocupar parte de los inmuebles, mientras que en aquellos lugares donde no había sido emplazado un centro comarcal, Sodeco alquiló un local. Este sería el caso de Verín, donde compartían espacio con la asociación Monteval, encargada de gestionar los fondos Leader de la comarca.

Hoy en día, después de que el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, anunciase la desaparición de Sodeco, los trabajadores no tienen muy claro que pasará con ellos en un futuro, puesto que se trata de personal contratado sin ninguna otra vinculación a la Xunta de Galicia. Tampoco está todavía concretado lo que ocurrirá con los propios edificios.

El director xeral de Desenvolvemento Rural, Antonio Crespo, asegura que no se descarta ninguna posibilidad sobre su destino y tendrán 'en cada caso, un tratamento específico'. En cualquier caso, los centros comarcales no provocan las mismas reacciones entre los alcaldes ourensanos. Si algunos de los regidores de los municipios cabeza de comarca no veían muy clara la función de las fundaciones comarcales, opinan que los centros han servido de dinamizadores en sus respectivas zonas.

Desde Ribadavia, Marcos Blanco, entiende que este tipo de infraestructuras 'son moi válidas' y entiende que 'non en tódolos lugares é igual'. La ubicación dentro de la comarca es un factor fundamental. En lugares como O Carballiño, el centro se encuentra fuera del casco urbano, pero no pasa así en Ribadavia, Celanova o Castro Caldelas. 'Son centros que nos valen a toda a comarca, neles a xente pode realizar actividades moi diversas e os espazos públicos sempre veñen ben, fáganse onde se fagan', insiste el regidor ribadaviense.



Lo habitual es que los centros comarcales sirvan de punto de recepción de visitantes, además de prestar sus salas para exposiciones o reuniones de colectivos empresariales, sociales y culturales de la comarca y así es en Celanova. Antonio Mouriño considera que el centro comarcal resultó importante para la zona 'porque nos axudou a desenvolver o proxecto de dinamización de Vilanova dos Infantes', donde está ubicado. Por allí pasan cada día una media de 50 personas, sobre todo para visitar la exposición permanente sobre la cultura de la Terra de Celanova y menos para utilizar sus instalaciones.

Muchos visitantes se acercan también al de Castro Caldelas. Cada mes se cambia la exposición temporal, aunque se mantiene una de información genérica. Además, allí acuden muchos vecinos de la comarca para conectarse a internet, otro de los servicios que ofrecen los centros comarcales. Como punto de información turística funciona también el edifico de la Terra de Trives, mientras que en O Carballiño es utilizado tanto por gente de la comarca como de fuera.

Fuente: La Region

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