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lunes, 12 de diciembre de 2011

Un modelo en entredicho con malas experiencias

El objetivo prioritario con el que nacen todas las mancomunidades -desde 1987, año en el que se crearon las de Verín, Valdeorras y la de Augas de A Rúa Petín; hasta el 2006 con la de Allariz-Taboadela la provincia de Ourense llegó a tener quince- es el de unirse para gestionar, de forma conjunta, una serie de servicios básicos y, sobre todo, reducir costes con ello.

La forma de gestionar después de las entidades decide su futuro. Así en los últimos años los modelos supramunicipales de Allariz-Taboadela, de A Limia y de Valdeorras se fueron al traste, mientras que tienen su futuro en entredicho las de Trives y Ribeira Sacra.

Las acusaciones de dirigirlas más bajo criterios políticos que de gestión son las causas que han provocado numerosas bajas en dichas entidades, caso de O Carballiño, Punxín, Piñor, Maside, A Mezquita, Avión, Carballeda de Avia, Melón, Ribadavia, Manzaneda y el último de ellos San Xoán de Río hace solo dos semanas. En alguno de estos casos hay también coincidencia política, ya que en el occidente ourensano hubo algunos municipios que llegaron a plantear la creación de un consorcio.

El modelo no funcionó en Valdeorras, donde después de varios años sin actividad, fue disuelta hace ya más de dos legislaturas. Y en el proceso están ahora en la Terras do Navea-Bibei. Hace más de un año que se aprobó su disolución, pero todavía hay muchas deudas pendientes. Aún así, el proceso se aventura corto, ya que después de que Manzaneda y San Xoán de Río aprobasen en pleno dejar la entidad, únicamente quedaría Trives. El nuevo presidente, Manuel Vicente de Inés, todavía confiaba en que Manzaneda reconsiderase su salida cuando Río anunció que se iba. Está pendiente la celebración del pleno de organización.

En la comarca carballiñesa el cambio de color político en algunos municipios, de O Carballiño y Punxín en los que el PP recuperó la alcaldía, se han iniciado ya negociaciones con la entidad supramunicipal, que preside Manuel Prado, alcalde de Beariz, para concretar su reincorporación a la mancomunidad en un futuro próximo.

En el caso de Punxín, las negociaciones, van más adelantadas, reconoció Prado López, ya que el caso de O Carballiño, al afectar a un mayor número de población, 16.000 personas según el último censo, requiere un análisis más detallado.

Fuente: La Voz de Galicia

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